Cada año la Navidad va ganando terreno en los meses previos a Diciembre. Incentivado en gran parte por el Black Friday, las cartas de los Reyes Magos comienzan a llenarse de ilusión, deseos y esperanza, y es que el Black Friday es la ocasión más aprovechada para comprar esos juguetes tan ansiados por los pequeños pero, ¿hay que comprarles todo lo que piden?

Las cartas a Papá Noel o los Reyes Magos podrían ser tan largas como las más de 600 páginas que tiene el catálogo de juguetes del Corte Inglés. Precisamente por eso, son los padres los que tienen que poner el punto de coherencia en tratar de explicar a los niños el valor de las cosas para que no esperen tener todo lo que piden.

Xabier Ezpeleta es un psicólogo infantil que nos ha dado algunas claves para ayudar a gestionar el tema de los juguetes con los más pequeños de la casa. En primer lugar, es necesario diferenciar entre juguetes y regalos ya que, según Ezpeleta, «parece que se nos olvida que pueda haber regalos de utilidad».

Por ello, en las cartas debería haber espacio para las dos cosas, los juguetes y los regalos útiles, que podrían ser cosas que necesitan renovar, como unas zapatillas o una mochila. Y en ese punto en el que la lista empieza a hacerse demasiado larga y los niños empiezan a pensar demasiado para seguir engordando la carta, «los padres tienen que poner una limitación, hay que poner un número».

CÓMO AYUDAR A ELEGIR

Una forma de hacerlo podría ser, según el psicólogo, dejando que el primer día elijan 30, de los cuales otro día elijan 10 para acabar acotando la lista a los tres regalos que más ilusión les haga tener. Una forma de conseguir que la lista no solo se reduzca a juguetes sería empezarla mucho antes de que se empiece a hablar incluso de la Navidad, así los niños y niñas se van dando cuenta de qué cosas van necesitando renovar.

Una vez que se revisa la lista puede surgir otra pregunta, ¿pero esto lo van a usar? Muchas veces los padres y madres ponen límite a los regalos por encontrarlos un capricho momentáneo, que suele estar motivado por la sobre estimulación a la que están sometidos a diario los niños y niñas por la publicidad en televisión y otros canales online como Youtube.

En ese caso es necesario «poner límites hacia abajo, marcando que los reyes van a traer 3 o 4 regalos». Este número dependerá de la situación económica de la familia, pero lo importante es tener claro que «no por satisfacer todas sus demandas van a crecer más felices».

REGALOS EDUCATIVOS

Pero por otro lado, algunas familias pueden pecar demasiado de intentar utilizar estas fechas para comprar regalos puramente educativos. Aunque son muy recomendables, tampoco hay que caer en convertirse en «Reyes educativos», sino «darnos cuenta de qué es lo que más ilusión le hace, en eso se basa la esencia de los Reyes Magos», explica Ezpeleta.

«Tenemos que dejarle elegir ese juguete de la ilusión», continúa el psicólogo. Aunque a veces ese papel se lo dejamos a los abuelos, que son los eternos proveedores de caprichos de los pequeños. Con ellos es con los que, a veces, hay que pelear para buscar ese equilibrio entre el regalar todo lo que piden y elegir entre lo que realmente les ilusiona. Pero como en casi todo, hablando se entienden las personas, y así es como podremos repartir bien la lista entre unos y otros.

Por último, Ezpeleta resalta una idea importante, y es aportar «valor» a los regalos que se hacen. Dedicarles un tiempo, dar las gracias a las personas que hacen el regalo y darle importancia a cada regalo que se abra. «Abrir un regalo es una fiesta, da igual lo que haya dentro», esto es un valor educativo que añadimos al momento de la euforia en la noche más mágica del año.