En el mágico escenario de Estrasburgo, a orillas del río Rin, se despliega un paisaje navideño de cuento que ha ganado la ciudad el título de «Capital de la Navidad». Su mercado navideño, el más antiguo de Europa, data desde 1570, sumando la impresionante cifra de 453 años de historia.

El corazón de esta celebración es el mercado del niño Jesús, conocido como Christkindelsmärik, situado en la plaza Broglie. Con sus 300 casetas decoradas con esmero, ofrece a visitantes y locales una experiencia única.

Los tejados nevados, fachadas medievales iluminadas y el inconfundible aroma a canela convierten a Estrasburgo en un auténtico paraíso navideño.

Este evento histórico no solo es un espectáculo visual, sino también una oportunidad para adquirir decoraciones, ropa y regalos, sumergiéndose en la atmósfera única de la Navidad.

Los visitantes pueden deleitarse con el tradicional vino caliente y degustar exquisitas pastas típicas mientras exploran las encantadoras casetas.

La ciudad, que lleva tiempo compartiendo con el mundo esta tradición, se ha convertido en un imán para millones de turistas cada año. Durante la temporada navideña, Estrasburgo se transforma, ofreciendo una cálida bienvenida a aquellos que buscan sumergirse en la rica historia y la vibrante cultura que caracterizan este mercado centenario.