Italia se encuentra en alerta máxima tras la reciente erupción de dos de sus volcanes más emblemáticos y activos: el Etna y el Estrómboli. La actividad volcánica ha llevado al cierre del aeropuerto de Catania en Sicilia y ha provocado una serie de medidas preventivas para proteger a la población y a los turistas.

El Etna, conocido por ser el volcán más alto de Europa continental con 3.329 metros de altura, ha iniciado una nueva fase eruptiva que se ha intensificado significativamente en los últimos días. Ayer viernes, una gruesa capa de ceniza volcánica cubrió las pistas del aeropuerto de Catania, obligando a las autoridades a cerrarlo temporalmente. Aunque las operaciones de vuelo se reanudaron tras la limpieza de las pistas, las autoridades han instado a los viajeros a verificar el estado de sus vuelos antes de dirigirse al aeropuerto para evitar inconvenientes.

La erupción actual del Etna se ha centrado en el cráter Voragine, uno de los cuatro cráteres de la cumbre del volcán, que ha producido una columna de lava que se ha elevado hasta 4.500 metros de altura. El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) sigue de cerca la actividad del Etna, monitoreando constantemente cualquier cambio en su comportamiento.

A pesar de que la erupción del Etna es un fenómeno habitual, sus efectos han sido notables. El alcalde de Catania, Enrico Trantino, ha emitido una ordenanza que prohíbe la circulación de bicicletas y motocicletas durante 48 horas y limita la velocidad máxima de los vehículos a 30 km/h en todas las carreteras municipales. Además, se ha solicitado a los ciudadanos que depositen la arena volcánica recogida en pequeños contenedores cerca de sus viviendas para facilitar su recogida.

La reciente erupción del Etna ha sido una de las más espectaculares de los últimos tiempos, alcanzando una altura de más de 5 kilómetros y cubriendo la ladera sureste del volcán con un manto de ceniza. Esta situación ha causado una parálisis en las actividades locales y ha generado preocupación entre los residentes de la zona.

EL VOLCÁN ESTRÓMBOLI SE UNE A LA FIESTA

Simultáneamente, el volcán Estrómboli, conocido por sus explosiones regulares y espectaculares, ha entrado en erupción, creando una atmósfera surrealista con chispas y rugidos que iluminaron el cielo nocturno. Las autoridades locales han implementado medidas de seguridad para proteger a los residentes y turistas, bloqueando carreteras y planificando posibles evacuaciones.

Protección Civil ha emitido una alerta por el Estrómboli, y el jefe del departamento, Fabrizio Curcio, ha convocado al Comité Operativo para coordinar y organizar las acciones de prevención y seguimiento de la actividad volcánica. Los expertos llevaban días monitorizando la actividad del Estrómboli, y el 4 de julio, los bomberos confirmaron que el volcán había derramado magma sobre el mar Tirreno.

Conocido popularmente como el «Faro del Mediterráneo», el Estrómboli es una isla en sí misma, hogar de aproximadamente 500 personas. El gobierno ya ha establecido un plan de precaución para los residentes de la isla, anticipando posibles evacuaciones y medidas de seguridad adicionales.

El impacto de estas erupciones no solo afecta a la población local, sino que también tiene repercusiones en el turismo y las actividades económicas de la región. La belleza y la fuerza de estos fenómenos naturales atraen a miles de turistas cada año, pero también representan un riesgo significativo para la seguridad de las personas y la infraestructura.