La princesa Leonor está a punto de asumir un nuevo rol que la llevará a enfrentar desafíos y responsabilidades únicas en su joven vida. El próximo 17 de octubre, Leonor de Borbón ingresará a la Academia General Militar (AGM) en Zaragoza, marcando el comienzo de un año de formación intensiva como «dama cadete Borbón». Este paso representa un hito importante para la futura mando supremo de las Fuerzas Armadas de España y podría marcar un giro en su camino hacia el trono.

La AGM ha establecido un conjunto de normas estrictas que regirán la vida diaria de la princesa mientras cursa su primer año en la academia. A pesar de ser parte de la realeza, Leonor será tratada como una cadete más, compartiendo camareta con otras alumnas y enfrentando un horario riguroso que comienza a las 6.30 de la mañana. Su formación incluirá una serie de atuendos, desde el uniforme de clase hasta el de gala y el de camuflaje para maniobras.

Sin embargo, no todo será uniformidad en la vida de la princesa en la AGM. Su indumentaria deberá seguir ciertas reglas, incluida la prohibición de usar chándal, pantalones cortos y calzado de playa. Las normas incluso especifican cómo debe llevar su cabello, con moños para ciertas situaciones y opciones de peinado específicas para actividades deportivas.

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El compromiso de Leonor con la formación militar también incluye la adaptación de su estilo personal. Se permiten maquillajes en tonos naturales y esmaltes de uñas transparentes, mientras que los accesorios y joyería se mantienen limitados. Además, como parte de su inmersión en la vida de cadete, Leonor recibirá el «decálogo del cadete«, un conjunto de principios morales que guiarán su comportamiento mientras avanza en su carrera militar.

A pesar de la disciplina y las normas estrictas, la vida de la princesa en la academia también ofrecerá momentos de descanso y camaradería. Los cadetes tienen acceso a actividades recreativas como tutorías, visitas a la biblioteca y tiempo libre en la cafetería de cadetes. La vida social también incluye salidas por las tardes y fines de semana libres, siempre que no interfieran con las actividades programadas.

Un aspecto singular de la experiencia de Leonor en la AGM es su posición institucional y la adaptación de su programa académico. Aunque normalmente se requieren cinco años para convertirse en teniente, Leonor cumplirá un año en la AGM antes de continuar su formación en academias navales y aéreas. Además, la princesa ha renunciado al salario que se otorga a los cadetes de primer y segundo año, mostrando su compromiso y enfoque en el aprendizaje y la preparación.

El paso de la princesa Leonor por la Academia General Militar no solo es un hito personal, sino que también puede tener implicaciones en el futuro político y militar de España. Su formación y experiencia en la AGM podrían influir en su visión y comprensión de las Fuerzas Armadas, preparándola para un eventual papel de liderazgo en la defensa y seguridad de su nación.

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Mientras Leonor abraza esta nueva etapa de su vida, la atención estará puesta en su adaptación a la rigurosa vida militar, así como en su continuo desarrollo como líder y futura mando supremo de las Fuerzas Armadas de España. Su presencia en la AGM marca un paso significativo hacia su papel en la historia de España.