Los efectos de la sequía y del incremento de la población durante el verano en el Pirineo aragonés obliga a abastecer de aguas a dos pueblos del Pirineo aragonés que carecen de recursos suficientes de suministro en estos días.

Según informa la Diputación de Huesca, un camión cuba del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS) dependiente de la institución ha comenzado esta semana a colaborar con todas las poblaciones que han solicitado este apoyo.

Así, el pasado martes 1 de agosto, los bomberos del servicio suministraron a los habitantes del núcleo de Nachá con 21.000 litros de agua, y este jueves están trasladando, en dos viajes consecutivos, otros 14.000 litros a la población de Aguinaliu.

EL EMBALSE DE CANELLES, BAJO MÍNIMOS

El embalse de Canelles, el mayor del Pirineo ubicado en la Ribagorza oriental, está experimentando un grave problema de falta de agua. Actualmente, apenas almacena un 14% de su capacidad total de 679 hectómetros cúbicos, lo que lo coloca en el nivel más bajo de los últimos 20 años.

Esta situación de sequía ha llevado a la interrupción de las actividades turísticas que solían llevarse a cabo en el embalse. El verano pasado, estas actividades ya se vieron afectadas por la escasez de agua, y ahora, con el embalse casi vacío, es imposible retomarlas. Canelles solía ser un destino turístico popular para la navegación, especialmente en la zona del congosto de Montrebei.

Para abordar la masificación y conservar el embalse en buen estado, las diputaciones de Huesca y Lérida, junto con los ayuntamientos, habían implementado un plan de regulación.

Se estableció una capacidad máxima diaria de visitantes (2.000 personas) y se limitaron los usos de navegación y la cantidad de plazas en los aparcamientos, tanto para vehículos como para embarcaciones. Sin embargo, la situación actual es muy diferente a lo previsto, ya que la escasez de agua ha trastocado todas las previsiones turísticas y las actividades recreativas en el embalse de Canelles.