La ferviente defensa sobre el potencial logístico de Aragón es una constante en cualquier Gobierno autonómico, tanto del PP como del PSOE. Esta necesidad urgente de avanzar en las infraestructuras clave para consolidar a la región como un punto estratégico en el mapa logístico europeo siguen chocando siempre contra el muro del Pirineo.

Sin la Travesía Central del Pirineo, el flujo de mercancías hacia el sur de Europa podría verse irrevocablemente comprometido. Una apertura por el Pirineo no es solo una propuesta, es una necesidad inminente.

«O se abre el paso central por el Pirineo o la capacidad de recircular las mercancías hacia el sur de Europa quedará limitada de por vida«, reconoció Miguel Ángel Anía en una reciente intervención en la jornada «La red transeuropea de transporte en Andalucía: el desarrollo de Europa desde el sur».

Así lo afirman expertos consultados por este periódico: «De nada sirve ser el centro logístico de España y del sur de Europa si no podemos conectar a través de nuestro paso fronterizo natural». La Travesía Central del Pirineo se proyecta como un proyecto indispensable, mediante un túnel ferroviario que conecte Zaragoza con Toulouse.

A pesar de ello, el modelo de éxito de la Plataforma Logística de Zaragoza (PlaZa) se presenta como un testimonio de lo que Aragón puede ofrecer. Este centro logístico líder del sur de Europa se ha consolidado como un hub esencial para la distribución de mercancías esenciales, como productos farmacéuticos, alimentos y textiles.

E incluso el acuerdo con el Instituto Tecnológico de Massachusetts ha culminado en el Zaragoza Logistic Center, evidenciando la dedicación de la región a la innovación y al fortalecimiento de sus conexiones logísticas.

Para ahondar en unas mejores conexiones, a pesar del déficit de conexión a través del Pirineo aragonés, la autopista ferroviaria Algeciras-Zaragoza aparece como una solución intermodal para acercarse a las metas de descarbonización. Este proyecto es especialmente para estrechar los lazos entre Europa y África a través de Marruecos.

Zaragoza no solo se presenta como un punto estratégico en tierra. Su cercanía con puertos clave y las facilidades que ofrecen su aeropuerto y la Terminal Marítima de Zaragoza (TMZ) refuerzan su papel en la logística intermodal.