En una nueva escalada de tensiones en la frontera francesa, cerca de 500 viticultores han interceptado y destrozado cargamentos en el peaje de Le Boulou.

Según informa la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), los manifestantes han atacado camiones con productos agrícolas de origen español y marroquí, incluyendo vino, tomates y lechugas.

Imágenes perturbadoras muestran cargamentos completos de tomates siendo incendiados. Una de las principales mercancías atacadas ha sido el vino español a granel, el cual ha sido vertido directamente sobre la carretera.

Esta acción de los viticultores ha provocado gran indignación, sobre todo debido a la pasividad de la Policía francesa, que no intervino en ningún momento durante los altercados.

«Nos han bloqueado, y luego prendieron fuego a una barricada», relataba un camionero afectado. «Vi cómo vaciaban la carga de un camión que estaba detrás de mí», añadía. Montserrat Cortiñas, portavoz de UPA, expresó su descontento señalando que «es intolerable lo que ha ocurrido hoy en la frontera, especialmente ante la inacción de las fuerzas de seguridad francesas».

La agencia EFE ha informado que estos viticultores bloquearon el paso fronterizo con España en Le Perthus como medida de protesta, exigiendo el cese de las importaciones. Además, incendiaron neumáticos en el peaje de la autopista de Le Boulou y abrieron varios camiones, desparramando su carga en plena carretera.

La portavoz de UPA, Cortiñas, ha instado a la Comisión Europea a intervenir y ha solicitado al Gobierno español que establezca un diálogo con las autoridades francesas.

Desde el lado francés, Frédéric Rouanet, presidente del Sindicato de Viticultores de Aude, afirmó que su intención era «detener las importaciones españolas».

Según ellos, la entrada de productos a precios más bajos está afectando gravemente a los viticultores en el sur de Francia, especialmente al vino a granel proveniente de España, que suele ser embotellado en Francia para su posterior venta.

El incidente subraya la creciente tensión entre productores agrícolas franceses y sus competidores españoles y marroquíes, y pone de manifiesto la necesidad de encontrar soluciones diplomáticas y comerciales para evitar futuros conflictos.