Un inesperado giro durante la votación de la investidura de Alberto Núñez Feijóo ha tenido lugar este miércoles en el Congreso de los Diputados. El diputado del PSOE por Teruel, Herminio Rufino Sancho Íñiguez, causó un revuelo momentáneo en el hemiciclo tras manifestar, por equivocación, su voto afirmativo a la candidatura del líder popular.

En una sesión donde cada voto es crucial y se emite en voz alta, el parlamentario socialista se levantó de su asiento y pronunció con claridad un «sí». Fue tan solo unos segundos más tarde cuando, dándose cuenta de su error, rectificó con un contundente «no».

La sorpresa y el murmullo se apoderaron del lugar, mientras las miradas de los presentes se centraban en Sancho Íñiguez. Tal fue el impacto que la ministra en funciones, Ione Belarra, en un gesto de preocupación, tomó del brazo a su colega de Sanidad, Miñones Condo.

Ante la confusión generada, el diputado socialista alegó que se había producido un error en la pronunciación de su apellido, siendo confundido con «Sánchez» en lugar de «Sancho».

Tras esta aclaración, la Mesa del Congreso, en un gesto de flexibilidad y en aras de garantizar la correcta expresión de la voluntad de los parlamentarios, permitió que Sancho Íñiguez repitiera su voto, esta vez sin margen de error y manifestando su rechazo a la investidura de Feijóo.

La tensión se disipó y, al finalizar la jornada, la cuenta de los votos arrojó un total de 172 a favor y 178 en contra para el líder del PP, lo que le impidió ser investido en esta primera votación por no alcanzar la mayoría absoluta requerida.

Sin duda, este episodio refleja la alta tensión y las expectativas puestas en cada detalle del proceso de investidura, y demuestra la relevancia de garantizar la precisión y claridad en momentos políticos de tanta envergadura.