Si hay que hablar de una temporada alta para los integrantes del GREIM, la unidad de rescates de montaña de la Guardia Civil, esa es ahora, en pleno verano. Durante los meses de julio y agosto los rescates se multiplican en montaña porque también se multiplican el número de aficionados, más o menos preparados, que se adentran en las cumbres aragonesas.

Este sábado los componentes de rescate en Huesca no pararon de trabajar. La jornada empezaba pronto, a las nueve de la mañana. Pero al margen de esta primera asistencia, donde realmente se concretaron los rescates fue a partir de las doce y media del mediodía.

A las 12:20 horas exactamente, recibían un aviso a través de la Central de Emergencias 112 SOS Aragón, informando que una barranquista que se encuentra en el Barranco del Hospital de Siresa. Al realizar un salto en una poza, un excursionista sufría una fractura en una pierna. Apenas 25 minutos después, les llegaba otra llamada. Esta vez, un montañero que se encontraba próximo al Refugio Ángel Orús sufría tras una caída un traumatismo craneal.

Las dos primeras pero no las últimas. A las 12:50 horas, se recibió un aviso informando que un montañero que se encontraba próximo al Refugio Ángel Orús había sufrido una caída y tenía una lesión en un hombro. A la misma hora tenían otro aviso en la misma zona con una caída y tenía una lesión en la rodilla que le impedía continuar.

LA GUARDIA CIVIL HACE UN LLAMAMIENTO

Sobre las 12:55 horas, un nuevo aviso informando que un montañero que había sufrido una caída y tenía un traumatismo en la cara. Cuarenta y cinco minutos después, otra llamada en la que explicaban que una senderista que se encontraba en las inmediaciones de la Estación de Esquí de Candanchú se sentía indispuesta y agotada.

Una nueva llamada a las 13:45 de un lesión en el tobillo por parte de una senderista francesa, un grupo de montañeros desorientados en el Ibón de Acherito un cuarto de hora después, otra lesión de tobillo a las dos y cinco de la tarde descendiendo el Pico del Turbón y por último, a las 14:15 horas, un nuevo aviso en el informaban que una mujer de 44 años y vecina de Gipúzkoa había sufrido una posible fractura al tropezarse mientras practicaba senderismo en la zona del Mirador del Rey.

Una intensa crónica que habla del intenso trabajo, solamente en la provincia de Huesca, que los componentes del GREIM tienen cada fin de semana y en la que invierten todos sus medios, helicóptero incluido, para atender allá donde les necesiten. Y siempre, cuando sucede esto, redoblan sus esfuerzos para insistir en un llamamiento claro y preciso: El que decida adentrarse en la montaña debe ir equipado correctamente, no ir solo, y no asumir riesgos innecesarios.