La buena noticia es que, tras meses de reivindicaciones sindicales, algunos centros de salud aragoneses ya tienen seguridad privada. Parte de lo que los sanitarios pedían para afrontar lo que dicen es un desgaste diario con pacientes cada vez más violentos.

Los centros de Casetas, Utebo, La Almunia de Doña Godina y Tarazona, algunos de los que más conflictos registran en Aragón, ya tienen guardia de seguridad en la puerta. El objetivo, intimidar a aquellos pacientes demasiado acostumbrados a gritar e incluso a agredir a los profesionales que les atienden.

Son localidades de gran población donde la atención es continuada. Otros centros como el de Tauste ya lo tenían y han visto disminuida la conflictividad. Sin embargo, según fuentes sindicales, el camino todavía es largo.

Nada más anunciar la contratación de la vigilancia privada en estos centros, en unos de ellos, en Ejea de los Caballeros, entraban esta semana de madrugada y rompían varios cristales y vaciaban extintores. Según explican fuentes consultadas por HOY ARAGÓN, las alarmas saltaron y nadie en el hospital de la capital de Cinco Villas se percató en ese momento del suceso.

La Policía de Ejea de los Caballeros y la Guardia Civil investigan estos hechos. Mientras, los sanitarios, y a pesar de estos episodios puntuales, celebran que poco a poco se vayan dando pasos hacia una solución a un problema que en 2021 en España afectó a más de 13.000 sanitarios.

En Aragón los datos también han ido en aumento. El Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón explicó que en 2023 las agresiones a sanitarios habían subido un 50% con respecto al año anterior.

Hablamos de 722 agresiones, de las cuales un 66% fueron verbales y un 35% físicas, concretamente, 256 y una veintena de profesionales tuvieron que solicitar la baja debido a las lesiones sufridas por dichas agresiones.

DIECINUEVE CENTROS EN EL PUNTO DE MIRA

El Servicio Aragonés de Salud se propuso el pasado mes de febrero  reforzar las medidas destinadas a la protección de sus profesionales. María Antonia Contreras, jefa del servicio de prevención del Salud, explicó que llevaban cuatro años haciendo un mapa de riesgo en Atención Primaria, y en 19 centros había una alta tasa de incidencia.

Incorporaron más personal seguridad en siete centros de salud de la provincia de Huesca, en cuatro de la de Teruel y en dos de la de Zaragoza, además de dotar de este servicio a todos los centros urbanos de Atención Continuada de la capital aragonesa que hasta ahora no lo tenían.

Ahora se da un paso más en esos centros que consideran están en el punto de mira por atender de manera continuada a una gran cantidad de población. Según la Mesa de Agresiones, en 2023 ha habido un aumento en las comunicaciones de agresiones a los servicios de prevención, uno de los objetivos del Salud para dar mayor visibilidad a este tipo de conductas.

En cuanto al nivel asistencial, el número de actos violentos fue mayor en atención hospitalaria, que concentraron, con casi el 63%, frente al 38% en Atención Primaria y extrahospitalaria.

Respecto al lugar donde se producen, en las consultas, aunque un 50% se han dado en las unidades de y salud mental y psiquiatría, según destacó la jefa de Servicio. Solo en una decena de ocasiones se solicitó defensa jurídica. Pese a estos casos tan elevados, la Policía Nacional registró en 2023 un total de seis denuncias, todas en la provincia de Zaragoza.

Según los datos recopilados por el Gobierno de Aragón, el perfil de la víctima es una mujer, en el 88% de los casos, profesional en atención hospitalaria. Respecto a los lugares más frecuentes de las agresiones son las consultas, hospitalización y unidades de salud mental y psiquiatría.