Pocos personajes en España gozan de la popularidad del incombustible Karlos Arguiñano, quien ha convertido su nombre, su cocina y su estilo peculiar en un verdadero arte y un negocio próspero. No sería sorprendente encontrar oportunistas tratando de sacar provecho de su renombre, pero no es el caso del restaurante Carlos Arguiñano, aunque podría parecerlo.
Este establecimiento, ubicado en Calamocha, al noroeste de la provincia de Teruel, exhibe con orgullo y sin reparos el nombre y apellido del famoso chef vasco, recibiendo a los clientes desde la entrada. La pequeña diferencia está en la inicial: una C en lugar de la K característica del euskera. ¿Picaresca española, guiño simpático o mera coincidencia? Aunque suene a broma, este Arguiñano es en realidad pariente del querido cocinero y presentador.
Las imágenes que el restaurante turolense comparte en sus redes, mostrando a ambos chefs posando juntos y sonrientes, demuestran que el de Beasain no solo no está molesto por la existencia de este otro local, sino que además los une una relación de amistad y afecto.
El propio Karlos Arguiñano, con K, mencionó hace unos años en uno de sus programas de televisión la existencia del restaurante de Calamocha, animando a los espectadores a visitarlo si pasan por la zona. «Este es Carlos Arguiñano, que tiene un restaurante llamado Carlos Arguiñano, con C», aclaraba, señalando una fotografía de ambos Arguiñanos juntos.
Hijo de un primo de Karlos, este segundo Arguiñano no lleva el apellido por casualidad, y su vocación culinaria le viene de familia. «Aprendió en mi casa hace 35 años, cuando era un crío». El chef y presentador recomienda además probar su cocina y recordaba unos magníficos callos que su tocayo le sirvió casi de desayuno durante una visita.
No sería la única vez que el de Calamocha aparecería en el programa de su tío, ya que además de enviarle en una ocasión «la culebra más larga de España» (longaniza fresca), los dos cocineros compartirían fogones en pantalla.
El bar restaurante Carlos Arguiñano renovó sus instalaciones hace unos años en Calamocha y sigue en activo tras el parón obligado por la pandemia, con un servicio que empieza temprano y ofrece platos variados a precios razonables, tapas, menú del día y opciones para llevar.