Lograr unas patatas fritas crujientes puede ser un reto si no se siguen los pasos adecuados. Un truco muy popular entre los expertos en cocina es utilizar vinagre antes de cocinarlas. Sin embargo, esto no significa que las patatas adquieran el sabor del vinagre; más bien, este se emplea al inicio del proceso de preparación.

El primer paso consiste en pelar y cortar las patatas en tiras, como de costumbre. A continuación, se sumergen en agua con sal y se añaden una o dos cucharadas de vinagre. Se dejan en remojo durante unos 10 minutos, lo que permite que liberen el almidón.

Después de este tiempo, las patatas deben escurrirse bien y secarse con papel absorbente. Luego, se fríen durante unos minutos, pero sin completar la cocción. En este punto, se retiran de la sartén, se colocan sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y se dejan enfriar.

El siguiente paso es freírlas nuevamente hasta que estén bien doradas y crujientes. Una vez cocinadas, se vuelven a escurrir para quitar el aceite sobrante y se les añade un toque de sal.

Este método se puede realizar tanto en sartén, utilizando aceite, como en una freidora de aire. El truco funciona de la misma manera, solo que con ajustes en los tiempos de cocción, asegurando que queden igualmente doradas y crujientes.