Tiene 26 años pero hace ya casi una década que empezó a tocar en las calles del centro de Zaragoza. Se trata de Jadey, un cantante zaragozano que se ha dado a conocer entre el público gracias a sus conciertos de versiones en el paseo de la Independencia. La vía pública ha sido para este joven artista el mejor escaparate y el trampolín que le ha permitido poder vivir de la música. HOY ARAGÓN habla con Jadey sobre sus comienzos y también sobre sus planes de futuro, entre los que se encuentra potenciar sus temas propios y lanzar nuevos.

PREGUNTA. Pese a tu corta edad, llevas muchos años en la música. ¿Cómo fueron los inicios?

RESPUESTA. No recuerdo bien las fechas pero empecé entre los 15 y los 16 años. Cuando salieron las primeras licencias para tocar en la calle yo ya llevaba un par de años haciéndolo. He tenido varias bandas y empecé como guitarrista de grupos en la calle pero llegó la pandemia y se disolvió. Después, cuando ya se podía salir a la calle y tocar tenía muchísimas ganas de hacerlo porque lo eché mucho de menos durante el confinamiento. Ahí empecé como Jadey.

¿Cómo ha evolucionado el concepto de música en la calle desde entonces?

En España, cuando empecé a tocar no se veía como algo tan digno como ahora. Incluso teniendo un equipo y un grupo se acercaba gente diciendo que les daba pena que tuviéramos que estar tocando en la calle. En los últimos años, gracias a que el Ayuntamiento de Zaragoza deja tocar y lo regula, está cambiando mucho el concepto. Se ven grupos muy profesionales y es algo que se está profesionalizando mucho.

¿Qué es para ti la música?

Para mí tocar en la calle es un apoyo anímico. Y, además, en los últimos años es un escaparate donde la gente puede ver la música que hago. Mi madre es prácticamente pianista y ella, desde que yo era pequeño, me apuntó a clases: piano, solfeo, guitarra, técnica vocal… Todo formación extracurricular. Llevo la música desde niño y para mí es desde una forma de vida hasta lo que me salva cuando estoy mal, pasando por una herramienta para conectar con la gente. Esto último es lo que más me interesa de la música, transmitir cosas es lo más importante.

En tus actuaciones te haces con el público y transmites buen rollo y animas mucho. ¿Cómo consigues mantener siempre esa actitud tan positiva?

Soy una persona muy alegre pero, como todos, tengo momentos de tristeza. Pero sé que de cara al público tengo que estar bien porque es una cosa que he elegido y no quiero hacer otro tipo de música. Me gusta transmitir alegría. Además, para mí es un ejercicio de desconexión y yo he entendido la música como una medicina. Es una terapia. 

¿Dónde más se te puede ver actuar?

Ahora casi lo que menos hago es calle porque tengo la agenda con más de 50 actuaciones este año en fiestas de pueblos, bodas, eventos de empresa, cumpleaños… De momento no me plantea hacer conciertos en salas porque no tengo muchos temas propios. La idea de este año es poder hacer música propia para poder vender en salas pero las versiones son lo que me dan de comer.

Háblame sobre tus propias canciones.

Hasta enero de este año no había tenido tiempo para hacer música propia. El poco tiempo libre que tenía lo invertía en la banda. Este año y el próximo me quiero dedicar a ello. De momento tengo tres temas que los voy incluyendo en mis conciertos de versiones ya que hago música similar a la que ya estaba cantando.