El Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI) de Aragón ha sido clave en el desarrollo de la innovación y el emprendimiento en la comunidad de Aragón durante más de tres décadas. Desde sus inicios, ha evolucionado para adaptarse a los cambios tecnológicos, pasando de ofrecer instalaciones para empresas industriales a fomentar un ecosistema de innovación basado en el conocimiento y los recursos humanos.

Bajo la dirección de Javier Martínez, el CEEI se prepara para afrontar los próximos veinte años con una estrategia centrada en identificar y apoyar a la élite innovadora de Aragón. El objetivo es claro: transformar el panorama empresarial de Aragón mediante el impulso de proyectos de alto potencial.

En esta entrevista para HOY ARAGÓN, Javier Martínez nos comparte sus perspectivas sobre el futuro del CEEI y su papel en la consolidación de Aragón como un hub tecnológico.

PREGUNTA. ¿En qué contexto nace CEEI Aragón?

RESPUESTA. El CEEI nace hace treinta años simplemente como unas instalaciones en las que hay unas naves industriales en las que se pueden instalar las empresas que tienen ciertos proyectos en los que hay algo de innovación.

Pasados 10 años aparece internet y, al mismo tiempo, nace lo que yo llamo ‘la vieja guardia’, que éramos una serie de emprendedores que entiende que con esa tecnología se va a poder innovar de una forma completamente distinta: ya no es solo innovar en industria, sino que se puede innovar a través del conocimiento. Es lo que dio lugar a lo que se llamó ‘nueva economía’.

En ese momento el CEEI se adapta en cierta medida: sigue ofreciendo una serie de instalaciones y hay una convivencia entre la parte industrial y la parte de conocimiento. Durante ese tiempo, hace 20 años, no existía ningún instrumento del Gobierno de Aragón ni ningún otro público o privado que impulsase emprendedores. 

¿Cuál es la situación actual del CEEI Aragón?  

El CEEI se encuentra en una situación en la que está haciendo lo mismo que ya hacen muchas otras instituciones públicas y privadas (programas de mentorizajes, programas de apoyos, etc.) y, además, se encuentra en una situación en la que ya no va a frenarse esa ‘nueva economía’ sino que incluso esa ‘nueva economía’ se va a convertir en algo tradicional como empresa de desarrollo porque las tecnologías que están apareciendo van a provocar una innovación en los modelos que ya existen. 

Además, teníamos que encontrar una forma de impulsar a los emprendedores que fuera distinta a lo que estaban haciendo todos los demás y con el potencial suficiente como para recuperar la capacidad que tenía el CEEI de generar empresas muy potentes como pueden ser Hiberus, Certest, Embou, Dinatech, Libelium… Un porcentaje altísimo de empresas tecnológicas en Aragón ha nacido del CEEI en los últimos 20 años, de esa ‘vieja guardia’.  

Entonces se decide crear ‘el CEEI de los próximos 20 años’ y esto se engloba también como herramienta de la estrategia que tiene el Gobierno de que Aragón de ser un territorio tecnológico, que ya lo era, aportando una serie de instrumentos y líneas de actuación en las que está el desarrollo de infraestructuras como el parque tecnológico, desarrollo de talento y el impulso de empresas innovadoras que realiza el CEEI.  

¿Cómo va a ser ese CEEI de los próximos 20 años?  

La nueva estrategia del CEEI está centrada en ‘qué es lo que buscamos’ y ‘cómo vamos a apoyarlo’. Te diría que nosotros lo que queremos es buscar a la élite innovadora en la Comunidad Autónoma de Aragón. Queremos seleccionar los proyectos que existen para darles un apoyo inyectando recursos en las compañías, esa la gran diferencia con el resto.  

No queremos hacer lo que ya están haciendo otras instituciones públicas y privadas, vamos a aportar soluciones a los problemas y no nos vamos a dedicar solo a decir cómo pueden solucionarse esos problemas. Es decir, vamos a aportarle al proyecto soluciones, pero ‘llave en mano’ para ese problema o necesidad que tiene, aquello que le pueda ayudar a tener más impulso. Y nos vamos a centrar muchísimo en la selección de los proyectos. 

El nuevo modelo es más flexible, pero, ¿supone alguna nueva complicación?

Sí, el nuevo modelo es mucho más flexible: nos da igual dónde esté ubicado el proyecto o si está en otra incubadora o en instalaciones privadas, incluso puede estar en el propio CEEI. Nuestro retorno realmente es que se generen las empresas que en el futuro sean la base de empresas innovadoras de Aragón y lo hacemos apoyando el desarrollo de negocio de proyectos de carácter innovador.  

Lo que estamos viendo dentro del proyecto es la preocupación por encontrar esa ‘nueva guardia’. Hace 20 años hubo una ‘vieja guardia’, nos pusimos en marcha y de ahí salieron empresas más o menos interesantes y más o menos grandes y hay una gran preocupación porque no existe esa ‘nueva guardia’.  

Estamos ante una nueva oleada mucho más potente que la de internet, pero no vemos que haya tres elementos que yo creo que son fundamentales: ambición, asumir riesgos y realizar sacrificios. Y eso es lo que estamos buscando, esa ‘nueva guardia’ que quiera poner todo esto en marcha porque curiosamente muchos de los proyectos que nos estamos encontrando son de la ‘vieja guardia’ que quiere lanzar cosas nuevas.  

¿Qué proceso siguen en el CEEI a la hora de captar nuevos proyectos? 

Vamos a trabajar con todas las instituciones que en este momento ya están operando y tienen líneas de trabajo en el ámbito del emprendimiento y en el del desarrollo de negocio. Nos vamos a dedicar a tener concentradores y ojeadores, que no son solo del CEEI, sino que son ojeadores en todos esos ámbitos. De hecho, salimos a fichar. Las oportunidades existen, pero están muy dispersas y lo que hay que hacer es hablar con los concentradores para que nos ayude a avistar a esos fichajes para que después nosotros podamos ver quién puede ser más interesante para nosotros. 

Se ha establecido que incluso se podrán tomar posiciones en los proyectos, viene por varios motivos: por el nuevo modelo de aceleradoras que existen y porque al fin y al cabo la inversión que realizan los aragoneses en los proyectos quede protegida y que haya un retorno.

¿Qué persigue CEEI con sus acciones? ¿En qué sectores tiene un mayor peso? 

Hay dos líneas de actuación que tenemos bastante diferenciadas: una va a ser las empresas tecnológicas, los jugadores puros, empresas que desarrollan tecnología pura; pero, además de esas, nos interesan los modelos de negocio ya existentes que van a mejorar su competitividad y su capacidad con la aplicación de tecnologías.  

Me he dado cuenta de que hay dos ámbitos que tienen que conseguir relacionarse muy bien: el de la innovación tecnológica y el del desarrollo de negocio. Puedes tener a alguien con una tecnología fascinante que no sabe qué hacer con ella o a alguien que sabe cómo hacer negocios innovando que no tiene ni idea de la tecnología.  

Tenemos que conseguir que se produzca esa fusión y esa unión. Por eso, cuando diseñamos el porfolio de ‘soluciones y apoyos operativos’, a las de tecnología les vamos a seguir apoyando en la parte de marketing, legal, etc., lo que se ha hecho siempre; pero lo que vamos a hacer también ahora es dar soluciones técnicas a los que están en desarrollo de negocio para que puedan implementar sus modelos. Muchos de los grandes campeones que hay hoy en el mundo de las startups, muchos son evoluciones de lo que ya existía y en algún caso, incluso, evoluciones en la forma de orientar productos tecnológicos que ya existían.

En el CEEI se da gran importancia al papel del mentor.  

Vamos a hacer un programa que va a funcionar de manera diferente: los mentores no van a ser especialistas en un área en concreto, van a ser empresarios con oficio. Serán quienes selecciones qué proyecto quieren mentorizar, no hay una asignación directa, es decir, hay un porfolio de proyectos, un porfolio de mentores y los mentores serán quienes, si en algún momento determinado, les interesa algún proyecto.

En este momento hay gente de esa ‘vieja guardia’ que hoy por hoy se puede permitir dedicar tiempo a los proyectos de los demás y, además en cierta medida, quiere seguir participando en proyectos, pero no quiere ser quien coja la escoba. Quieren volver a participar en algo que suponga un reto.

Creemos que esta es la vía más interesante y natural para conseguir inversores privados. Hay una fase posterior en la cual el mentor que invierte debe tener cierto conocimiento del mercado y el emprendedor no tiene por qué dejar poner dinero a alguien que no aporta nada. Va a haber muchos proyectos que van a poder beneficiarse del oficio, no del conocimiento, y los mentores pueden participar en los retos de otros.

¿En qué nivel, desde el punto de vista de la innovación se encuentra Aragón?  

Midiendo por los parámetros oficiales no estamos en una gran situación, no se está en una situación óptima. Pero cuando tú luego bajas a la calle y ves la tipología de empresas que existen, cómo realmente están innovando en sus procesos… y sin decir nada. Porque Aragón siempre ha tenido un problema: no ha dicho lo que hacía. Para mí el gran problema de Aragón es que no ha dicho lo que hacía.  

En Aragón nunca hemos tenido la intención de comunicar y proyectar lo innovadores que llegamos a ser. Somos muy competitivos en todos nuestros sectores y la competitividad últimamente ha sido por innovación, por lo que es imposible que seamos competitivos si no hay innovación, la hay, pero no la comunicamos. Creo que somos de las comunidades autónomas más innovadoras a la chita callando.  

El hecho de que haya un sector tecnológico, un sector innovador, también provoca que haya más facilidad para que los que están tengan acceso a esa tecnología y puedan innovar en sus procesos.  

¿Qué supone para Zaragoza la creación de un nuevo parque tecnológico?  

Cuando tú hablas de que quieres ser un territorio tecnológico, se descubre que realmente Aragón ya es un hub tecnológico como tal. Quienes estamos en el sector de la tecnología y la innovación lo hicimos todo muy callados, todo de forma muy sosegada y en silencio. Entonces, en cierta medida, se descubre que aquí lo que tenemos son empresas propias muy potentes de tecnología, delegaciones de consultoría y de desarrollo a nivel internacional y ahora vienen los grandes monstruos.  

Para desarrollar una economía basada en ese tipo de empresas faltan varias cosas. Por un lado, las infraestructuras, de ahí se define que se va a lanzar un parque tecnológico porque las empresas que se puedan desplazar a Aragón quieren ver si hay algún tipo de infraestructura que les pueda servir.  

Las empresas cuando se van a desplazar, necesitan tener cierta facilidad para encontrar una zona donde ubicarse, si además esa zona está dedicada a esa tipología de empresas, normalmente los servicios y muchas otras cuestiones que son importantes para esas empresas, les ayudan a tomar la decisión.  

En este caso la cuestión del talento se plantea como un gran handicap.

Va a hacer falta talento tecnológico, pero también va a hacer falta una adaptación del talento que ya existe en otros ámbitos para que entienda cómo puede mejorarse, cómo puede mejorar su talento, con tecnología. Y esto es un reto muy complicado. Tenemos que generar talento tecnológico y tenemos que transformar tecnológicamente el talento que ya existe.  

Cuando un territorio dice que quiere ser tecnológico y hace todo lo que está haciendo el Gobierno en este momento, se produce un efecto brutal de atracción de talento para ese sector en concreto. La gente, sobre todo con potencial, suele trasladarse ahí donde tiene más oportunidades.  

Por lo tanto: infraestructuras, desarrollo de talento y el instrumento que supone el CEEI en todo este ámbito. Pero el problema que estamos teniendo es que en la situación actual casi nadie quiere asumir riesgos.  

Una de las grandes problemáticas que enfrenta ahora la comunidad es la falta de perfiles que quieran formarse en IT.   

La aparición de una formación profesional está teniendo cada vez mejor consideración como un buen instrumento para que la gente adquiera las capacidades necesarias para desarrollarse, pero es un proceso de formación continua. La universidad creo que debería animar un poco más a optar por el sector tecnológico, por las ciencias, porque tiene tiene un papel importante a la hora de transformarse. 

Se tiene que reconocer que es un sector que ya no es friki, es un sector maduro, como cualquier otro. Un sector muy ‘cool’ tanto en la forma de trabajar como la tipología de negocios que hace y también es muy atractivo, puedes hacer cosas muy divertidas. He visto gente que no tiene ni idea de tecnología hacer negocios con tecnología que te mueres y negocios super divertidos como puede ser Nyxell.  

Tenemos que proyectar una imagen de que hoy en día participar en el sector tecnológico es muy diferente a lo que la gente se piensa. Y eso no lo estamos transmitiendo.  

La tecnología va ser un actor clave en la mayoría de los ámbitos aunque no sean puramente tecnológicos.

Ya no se va a tratar de los que saben de tecnología, se va a tratar de que la gente sabe de muchas cosas, pero también van a tener que saber de tecnología. Todo el mundo va a tener que saber un poco de tecnología.

Hasta ahora, quienes participaban de la tecnología lo han hecho bien porque les intrigaba y lazaban los proyectos o bien una sociedad que ha nacido ahí y se ha ido enterando, ha podido ir asumiendo la tecnología que venía y lo ha asumido como algo natural. Pero aquí hablamos de una evolución tecnológica en la que los nativos digitales van a tener que empezar a prepararse, y me da igual si quieren ser médicos, economistas, abogados, etc., todos van a tener que asumir que hay una parte que es de tecnología.  

¿Se pueden atraer perfiles externos a la comunidad?

Tenemos la capacidad de traer talento de otras partes. Para mí es muy importante que haya un ecosistema. Y un componente también muy importante es que la gente quiere vivir de otra manera, hay mucha facilidad para desplazarse, habría que preocuparse de la población flotante, de hecho, en el parque tecnológico están planteados unos coliving, que es muy importante porque ahora hay mucha gente que trabaja dos años y se va.

Nos estamos empeñando en la atracción del talento y en que se queden aquí para siempre, pero no es ese el concepto, se trata de atraer el talento y que el talento vaya pasando por aquí también porque este sector es muy propenso a eso.  

Si tengo 8.000 personas que están trabajando en el sector tecnológico que están empadronadas y que van a vivir para toda su vida en Aragón, también tengo 16.000 que cada tres años han cambiado y eso da una riqueza brutal al territorio. Están los autóctonos, los regresados y los invitados. 

* Este artículo forma parte de un completo especial de Innovación elaborado por HOY ARAGÓN en el que han participado 24 entidades. Ver el especial completo aquí.