Con permiso de Salou y Cambrils, las playas de Calafell y Torredembarra, también en la Costa Dorada, son dos de los destinos más demandados por los aragoneses en general y los zaragozanos en particular. A una distancia muy conveniente de Zaragoza, y casi idéntica en las dos localidades (a 2h34′ Calafell y a 2h37′ Torredembarra, según Google Maps), su perfil urbanístico se ha adaptado a la segunda residencia, ofreciendo precios competitivos tanto a nivel nacional como en el caso concreto de Tarragona.

Esa es una de las cuestiones que primero sobresale: en datos globales, la vivienda vacacional en Calafell y Torredembarra es más económica que en Salou y Cambrils. Según el último informe de Tinsa de segundas residencias en la costa española, el precio del metro cuadrado en Calafell se sitúa en 1.567 euros de media (primer trimestre de 2024) y, en el caso de Torredembarra, en 1.534 euros.

Esta cifra coge distancia con Cambrils, el municipio más exclusivo de la Costa Dorada si se excluye Tarragona capital, con un precio medio de 1.823 euros el metro cuadrado. Del mismo modo, en Salou la vivienda vacacional se cifra de media en 1.732 euros, ambas muy por encima de los municipios de la costa de la provincia tarraconense, donde el metro cuadrado se sitúa en 1.508 euros.

SUBEN LOS PRECIOS, PERO SIGUEN SIENDO OPCIONES ECONÓMICAS

En la Costa Dorada, el informe detecta una tendencia alcista en el precio respecto a 2023, concretamente de un 4,4% interanual. Esta subida generalizada ha sido más intensa en Calafell, del 6,4%, y también, aunque en menor medida, en Torredembarra (5,4%).

En gran medida, esto se debe a la contracción en el número de visados. En ambas localidades apenas se ha ampliado el parque inmobiliario en los últimos meses, que junto a una mayor demanda hace que los precios se eleven. En el acumulado de 2023, se formalizaron en Calafell un total de 8 visados, cuando en Torredembarra fueron solo 2.

No obstante, los precios se mantienen en cifras contenidas y muy alejadas de destinos españoles que realmente alcanzan cifras prohibitivas, como es el caso de las islas y zonas muy concretas como la costa marbellí. De hecho, las segundas residencias en la Costa Dorada y, en concreto, en Calafell y Torredembarra, disponen de precios muy por debajo de lo que marca el mercado español.

Respecto al número de compraventas, existe diferencia entre los dos municipios, imponiéndose Calafell, que también cuenta con un mayor parque inmobiliario, con un total de 207 operaciones en 2023. En el caso de Torredembarra, ascendieron a 90.

Las dos localidades costeras tienen muchas similitudes, aunque también diferencias. Como se ha indicado, Calafell se ha desarrollado más desde el punto de vista turístico, y ofrece una cantidad de servicios mayor que Torredembarra. Asimismo, la localidad suma dos ambientes distintos, la propia Calafell Playa, más tradicional, y Segur de Calafell, en el norte del municipio, donde prácticamente toda la vivienda es vacacional.

Del mismo modo, hay que tener en cuenta que en esta parte de la Costa Dorada los municipios están prácticamente unidos entre sí y, en el caso de Calafell, las localidades limítrofes de El Vendrell (al sur) y Cunit (al norte) forman un conglomerado que sigue extendiéndose a más municipios en las dos direcciones.

Del mismo modo, Calafell tiene la ventaja de contar con estación de tren conectada por Cercanías directo a Barcelona capital, un recorrido que, hasta la céntrica estación de Paseo de Gracia, se hace en solo una hora. Esto ha provocado que cada vez sea más habitual la presencia de residentes que proceden de la capital catalana, que trabajan en la Ciudad Condal y eligen Calafell por sus precios más económicos y la posibilidad de vivir junto al mar.

Por su parte, Torredembarra, con algo más de 17.000 habitantes en 2023, es un municipio más tranquilo, a la misma distancia de Zaragoza y con precios ligeramente inferiores, gozando también de una excelente playa. En cualquier caso, hay que tener presente que se trata de dos localidades muy cercanas, apenas a 20 minutos la una de la otra en coche, por lo que no es descartable disponer de una segunda residencia en cualquiera de las dos y disfrutar de los mismos servicios.