La geografía de España se distingue por su impresionante costa, y Cataluña es una de las comunidades autónomas más visitadas debido a sus espectaculares playas, que se extienden a lo largo de la Costa Brava, la Costa del Maresme, la Costa del Garraf y la Costa Dorada.

Las playas catalanas son conocidas por su gran diversidad, desde calas escondidas hasta extensas franjas de arena dorada. Los 580 kilómetros de costa de Cataluña ofrecen una variedad de paisajes que se han convertido en un importante atractivo turístico, atrayendo a miles de visitantes cada verano.

La región cuenta con alrededor de 300 playas a lo largo de su costa mediterránea, entre las que destaca especialmente una ubicada a los pies de un imponente castillo: Cala Jovera, en la provincia de Tarragona. Concretamente, en el municipio de Tamarit, un pequeño pueblo de la Costa Dorada con aproximadamente 2.000 habitantes.

Cala Jovera es una de las playas vírgenes más emblemáticas de toda la costa catalana y ha sido reconocida con el galardón de Playas Vírgenes del litoral de Tarragona, junto con otras como la playa del Arboçar (Cala Fonda), la playa de los Becs (Roca Plana), Els Capellans y La Llarga.

Con una longitud de unos 90 metros, Cala Jovera se caracteriza por su arena fina y dorada, y sus aguas de un hermoso color azul turquesa, que suelen estar tranquilas, lo que la convierte en un lugar ideal para familias.

La playa está situada al pie de un pequeño promontorio rocoso y rodeada de vegetación autóctona, principalmente pinares, lo que ofrece un entorno natural y apartado del bullicio urbano.

También conocida como Cala del Castell, esta playa se distingue por su ubicación única junto al castillo de Tamarit, una fortaleza románica del siglo XI que se alza sobre una colina con vistas al Mediterráneo. El castillo, un reflejo de la rica historia de Cataluña, ha pasado por varias manos a lo largo de los siglos.

En 1916, el estadounidense Charles Deering compró las ruinas y las restauró bajo la dirección del pintor Ramón Casas. Hoy en día, esta joya arquitectónica se utiliza para la celebración de grandes eventos.

Para acceder a Cala Jovera, es necesario caminar desde la carretera N-340, tomando el camino hacia el Castillo de Tamarit. Los vehículos pueden estacionarse en un aparcamiento situado en uno de los cámpings de la zona, a unos 10 minutos a pie de la playa. Dado que suele haber una gran afluencia de personas, es recomendable llegar temprano.

Tamarit, un encantador pueblo costero situado entre la desembocadura del río Gaià y el Bosque de la Marquesa, ofrece otras playas que merecen una visita. Entre ellas, la Playa de Tamarit, a unos ocho kilómetros del centro de Tarragona, es conocida por su ambiente tranquilo y cuenta con la certificación de Bandera Azul.

Además, el municipio alberga la Playa de la Mora, una pequeña playa semiurbana rodeada de vegetación y formaciones rocosas. También destacan dos playas vírgenes situadas en el Bosque de la Marquesa: Cala Fonda, conocida como Waikiki por su parecido con las playas de Hawái, y la Cala de la Roca Plana. En cualquiera de ellas, los visitantes pueden disfrutar de aguas cristalinas y un entorno natural impresionante.