Las recientes nevadas han sido una bendición para los aficionados al esquí y las actividades invernales en Aragón. Las estaciones de esquí alpino han recibido más de 2 metros de nieve. Pero hay otra forma de disfrutar del invierno que por fin ha podido inaugurar la temporada como se merece.

Son los Espacios Nórdicos de Aragón, que en estos momentos están operando al 100%. Ubicados principalmente en los Pirineos y en una excepción en Teruel, estos espacios suman un total de 30 pistas y 126 kilómetros esquiables, ofreciendo una variedad que satisface tanto a los aficionados al esquí de fondo como a aquellos que buscan aventuras menos convencionales en la nieve.

Pero, ¿qué hace a los Espacios Nórdicos de Aragón tan especiales? No se limitan a ser meros circuitos de fondo; han evolucionado para ofrecer una diversidad de actividades que enriquecen la experiencia en la nieve. Lejos de restringirse al esquí de fondo, que era su principal atractivo, estos espacios han ampliado su oferta incluyendo caminatas con raquetas de nieve, trekking nórdico, paseos en trineo tirados por perros, y mucho más. La Asociación de Espacios Nórdicos de Aragón, desde su fundación en 2010, ha jugado un papel crucial en este cambio, posicionando a estos centros como pilares del turismo invernal sobre todo en aquellas comarcas que carecen de estación de esquí alpino.

Estamos hablando de Llanos del Hospital (Ribagorza), Balneario de Panticosa (Alto Gállego), Pineta (Sobrarbe) y Linza, Lizara y Oza-Gabardito (Jacetania). Todos ellos localizados en parques naturales o zonas protegidas que no solo son destacados por su belleza natural sino también por la gama de actividades que ofrecen, desde el esquí nórdico hasta aventuras en trineo.

Además, para aquellos que deseen perfeccionar su técnica o simplemente aprender, cada espacio cuenta con escuelas de esquí dotadas de instructores cualificados, asegurando que la experiencia en la nieve sea accesible para todos, desde principiantes hasta esquiadores experimentados.