Los 8 kilómetros de carretera entre Lanave y Sabiñánigo continúan siendo un foco de atascos y desesperación por parte de aquellos conductores que intentan acceder a las principales estaciones de esquí del Pirineo. Este mismo fin de semana se registraron hasta tres horas de retenciones en este tramo, una situación que se repite con demasiada frecuencia.

Como consecuencia, el director general de Carreteras e Infraestructuras del Gobierno de Aragón, Miguel Ángel Arminio, ha denunciado la falta de compromiso del Gobierno central con las infraestructuras del Estado en la comunidad autónoma.

LA AUTOVÍA LANAVE- SABIÑÁNIGO

Arminio no ha ocultado su indignación ante lo que califica como una situación «intolerable». Se ha mostrado crítico con los plazos establecidos por el Ministerio de Transportes y Movilidad, que apuntan a una finalización de las obras en 2029.  Esta situación provoca, según Arminio, “un enfado justificado de los conductores que se ven atrapados en ese cuello de botella por la dejadez del Ministerio”.

Según los informes técnicos, los ocho kilómetros problemáticos podrían ser intervenidos en un plazo de 30 meses, en contraste con los 60 meses anunciados por el Ministerio. Esta discrepancia temporal significa, para Arminio, «cinco años más de atascos, retenciones, pérdida de tiempo y peligrosidad para los conductores que circulan por ese tramo cuando hay una cierta afluencia de tráfico».

El director general también ha alertado sobre el posible impacto negativo en el turismo en la región del Pirineo aragonés debido a estas retenciones recurrentes. El deterioro de la experiencia de viaje podría disuadir a potenciales visitantes, afectando así a la economía local.

Pero la N-330 no es el único proyecto afectado por la falta de inversión y compromiso del Estado en Aragón. Arminio ha señalado otras obras en la provincia de Huesca que sufren retrasos similares, como la conexión de la A-22 y la A-23 en Huesca capital, así como las variantes de Jaca y Sabiñánigo, cuyas ejecuciones se encuentran en un ritmo desesperadamente lento.