La Universidad de Zaragoza mantiene el tradicional cierre vacacional de sus instalaciones del 1 al 18 de agosto, como medida de ahorro del gasto energético y con el fin de realizar una gestión óptima de los espacios durante estas fechas en las que el uso disminuye de forma significativa.

Esta medida se suma a las incorporadas en el plan instaurado en 2022 ante la subida de precios de los suministros de electricidad y gas. La Universidad de Zaragoza, gracias a las medidas del plan de contingencia por los precios de la energía, ha conseguido reducir la factura eléctrica en más de 3 millones de euros entre el 2022 y el 2023.

Los valores estimados de ahorro por el cierre energético estival dependen fundamentalmente del precio puntual de la energía. No obstante, tradicionalmente, esta medida ha supuesto que la universidad deje de gastar alrededor de un millón de euros en suministros como agua, electricidad y combustible.

De esta forma, el campus aragonés es más eficiente en el gasto, garantizando a la vez una eficiente prestación del servicio público de enseñanza universitaria.