La falta de vivienda es un problema de primera orden en el medio rural aragonés y, por consecuencia, un freno a la expansión económica y social de los municipios. Para debatir este tema, cuatro alcaldes se han sentado en la mesa de HOY ARAGÓN.

Los asistentes a esta mesa de debate han sido Manolo Rando, alcalde de Calamocha; Manuela Berges, alcaldesa de Pedrola; Noé Latorre, alcalde de La Almunia de Doña Godina; y Vicente Royo, alcalde de El Burgo de Ebro.

Son los máximos representantes de localidades con diferentes idiosincrasias pero con una preocupación en común: la falta de vivienda. «La vivienda es un derecho recogido en la Constitución y ya es hora de tomarse en serio este problema. Hay que buscar tanto soluciones generales como puntuales para cada municipio», defiende Manolo Rando. «Los ayuntamientos ya estamos haciendo mucho pero hace falta ayuda a nivel autonómico y nacional», añade.

En el caso de Calamocha, uno de los problemas es el deterioro de las viviendas del casco antiguo, donde algunos jóvenes, según comenta el primer edil, están comprando para rehabilitar ellos mismos. En la misma línea habla la alcaldesa de Pedrola. «Los cascos antiguos se están muriendo por la incapacidad de todas las administraciones de sacarlos adelante», defiende Berges.

Otra de las casuísticas es que no haya terreno en el que edificar. Sucede en La Almunia, donde todo lo que rodea el casco urbano son tierras dedicadas a la agricultura frutícola o es privado. «A veces no se puede crecer hacia ningún sitio. En mi pueblo no hay suelo para poder construir vivienda«, asegura Latorre. «Antes, muchos de los estudiantes de la EUPLA se quedaban a vivir en la localidad. Ahora ya no se puede porque no hay vivienda. Si sale una en alquiler hoy, por la tarde te han llamado ya cuatro interesados», añade.

El Burgo, en cambio, no tiene el problema de la falta de suelo, sino de empresas que quieran invertir y construir vivienda. «El suelo no es mi problema. Lo que se necesita aquí es financiación para poder desarrollar viviendas«, explica Royo, en cuya localidad hay parcelas para construir unas 500 viviendas, tanto públicas como privadas. «Hemos tenido muchos contactos con empresas privadas y están dispuestas pero hace falta la financiación», añade.

Para Royo, de haber viviendas disponibles en El Burgo, muchos de los trabajadores que ahora se desplazan a la localidad desde Zaragoza se quedarían allí a vivir. «Además, hay muchos chavales que no se quieren ir a vivir a Zaragoza por lo que no solo se trata de que venga más gente, sino también de que no se tengan que ir los que están ahora«, explica el primer edil.

LA VIVIENDA, UN PROBLEMA ESTRUCTURAL

En Pedrola, donde se asientan grandes empresas como Marcotran o Sphere, la falta de vivienda es un problema a la hora de seguir creciendo a nivel empresarial. «Es un problema estructural y, en nuestro caso, por la industria y las grandes plataformas logísticas, requerimos de más vivienda de alquiler», asegura Manuela Berges.

La localidad de la Ribera Alta del Ebro también se enfrenta a un problema de vivienda nueva por la falta de suelo. «Hemos comprado terrenos y queremos desarrollar viviendas unifamiliares», explica Berges. «No en todos los municipios hacen falta pisos pequeños. Hay que adaptarse un poco a las necesidades de cada uno», añade la primera edil.

Se refiere así a la directriz anunciada a principios de mes por la DGA en materia de vivienda que abre la puerta a que los ayuntamientos puedan solicitar que suelos dotacionales para equipamientos que no se llegaron a construir y pertenecientes al Gobierno Autonómico se destinen a viviendas públicas.

MANO DE OBRA Y VIVIENDA

«Lo primero que preguntan las empresas que se quieren implantar aquí es si hay mano de obra y si hay vivienda«, asegura el alcalde Calamocha. Para Rando, parte de la solución pasa por hacer pequeños cambios normativos que contribuyan a la simplificación de las normas. «Hace falta apoyo institucional y acuerdos públicos-privados», añade.

En la misma línea, el alcalde de La Almunia destaca los trámites burocráticos como uno de los frenos a la construcción o rehabilitación de viviendas. «Las administraciones a alto nivel tienen que agilizar las cosas. Esto se tiene que resolver yendo desde arriba hacia abajo y tiene que haber muchas opciones, porque cada pueblo es diferente», incide Latorre.

Berges (Pedrola) coincide en que la principal demanda de las empresas cuando se van a implantar en su territorio es mano de obra y vivienda. «Hay que crear un fondo para dar solución a este problema. No se puede hacer un plan general que sea para todos igual», asegura. Por otro lado, la alcaldesa recalca que los propietarios de viviendas para rehabilitar necesitan más ayudas de la Administración.

EL ELEVADO COSTE DE LA REHABILITACIÓN

En esta línea, los cuatro alcaldes que han participado en esta mesa sobre vivienda en el medio rural coinciden en que rehabilitar una vivienda actualmente conlleva un coste que pocos están dispuestos a asumir. «Hace años había más ayudas. Ahora hemos vuelto a entrar en un círculo vicioso en el que el coste final de la rehabilitación hace imposible hacerle frente«, explica la primera edil de Pedrola, en cuyo casco antiguo, dice, hay en torno a 60 ó 70 viviendas que necesitan ser rehabilitadas.

«Hoy día solo el hecho de quitar escombros es ya muy caro. Además, sucede que hay casas que no son de nadie porque los herederos se han desentendido«, asegura Rando (Calamocha). «Se podría empezar dando salida a aquellos inmuebles que son propiedad de las administraciones, como el Obispado o la DGA», añade.

Las viviendas ocupadas que pertenecen a inmobiliarias de bancos poco accesibles para solucionar el problema o los elevados precios del alquiler en un contexto de déficit de oferta son otros de los problemas que han salido a la palestra en el encuentro.

CONSENSO EN LA NECESIDAD DE FINANCIACIÓN

Si en algo han estado de acuerdo los cuatro alcaldes es en la necesidad de dar facilidades de financiación para que las constructoras puedan afrontar proyectos de vivienda nueva. «En La Almunia hemos tenido disponible terreno para hacer viviendas pero nadie ha querido explotarlo por el precio de salida del suelo», asegura su alcalde. «Sin la vivienda el futuro de nuestros pueblos no es muy cierto y necesitamos que la Administración ponga las herramientas para que haya financiación y más facilidades burocráticas», añade.

«La financiación es una de las líneas más sencillas para que salgan adelante proyectos», dice la alcaldesa de Pedrola. En la misma línea, el alcalde de El Burgo, hace un llamamiento a la Administración. «Se tiene que potenciar esa financiación que hace falta para construir viviendas de protección, tanto para alquiler como para vivienda definitiva», asegura.

Otro de los puntos de consenso alcanzados durante esta mesa de debate es la necesidad de que todas las administraciones trabajen al unísono. «Hay que establecer acuerdos con otras administraciones para dar soluciones a las diferentes situaciones», propone el alcalde de Calamocha. Su homónima en el cargo de Pedrola apunta, en la misma dirección, que «para dar respuesta a las necesidades de vivienda será imprescindible que todas las administraciones trabajen al unísono».