La Guardia Civil de Zaragoza ha pillado in fraganti entre el 12 y el 26 de junio a tres personas que estaban haciendo el examen teórico del permiso de circulación clase B provistas de dispositivos electrónicos de grabación y retransmisión de imagen y sonido, compuestos por un terminal de telefonía móvil, con cámara incorporada, un aparato inductor y un microauricular.

Un equipamiento que los sujetos detectados ocultaban entre sus ropas y con el que se comunicaban con un compinche situado en el exterior del edificio de la Jefatura Provincial de Tráfico. Dicho sujeto, tras visualizar las preguntas, transmitía a las otras las respuestas correctas por el pinganillo.

Al ser descubiertos fueron expulsados del aula y los hechos se pusieron en conocimiento de la Jefatura Provincial de Tráfico. Ahora pueden enfrentarse a una sanción económica de hasta 500 euros y la prohibición para presentarse a las citadas pruebas durante un periodo de seis meses.

La Guardia Civil ha explicado que esa práctica de ocultación de medios técnicos para defraudar viene siendo cada vez más utilizada en los centros de exámenes y advierten de la dificultad para detectarla porque cada día se emplean métodos cada vez más sofisticados.

Así mismo, en la mayor parte de los casos se trata de personas que carecen de un nivel de conocimiento del idioma adecuado para poder contestar a las preguntas del test que habilita a obtener el permiso de conducción español.

Con las acciones anteriores se conseguiría de forma fraudulenta una habilitación que les autoriza para circular con un vehículo a motor, representando un riesgo para la Seguridad Vial y para el resto de conductores y usuarios de la vía, ya que estas personas no poseen las cualificaciones y aptitudes que se requieren a cualquier otro conductor que resulta apto en dicho examen y que ha demostrado tener los conocimientos necesarios para circular con ese tipo de vehículos.