Antes de llegar a su actual sede en la plaza del Pilar en 1965, el ayuntamiento de Zaragoza tuvo otras sedes, como el convento de Predicadores entre 1912 y 1960. Incluso estuvo a punto de estar en un edificio de nueva construcción en la plaza de Los Sitios en estilo neomudéjar y que recordaba a los grandes ayuntamientos centroeuropeos.

Pero si miramos más allá en el tiempo, Zaragoza tuvo su sede en un edificio situado junto al palacio de la Lonja y el Puente de Piedra y que fue conocido como las Casas del Puente. En el siglo XIII ya ha constancia de que los jurados de la ciudad se reunían en el fosar de Santa María la Mayor, el antiguo cementerio del Pilar. Y lo que eran las Casas del Puente ya existían en ese momento.

LAS CASAS DEL PUENTE ESTABAN JUNTO A LOS PRINCIPALES EDIFICIOS DE LA CIUDAD

El edificio se situaba en uno de los entornos monumentales de la ciudad, entre la Seo y el Pilar, la iglesia de San Juan del Puente y la puerta del Ángel. Esta puerta, una de las que existían en la muralla de Zaragoza, era la salida de la ciudad hacia el norte, comunicando con el Puente de Piedra. La puerta del Ángel se llamaba Puerta del Puente hasta que en 1493 se puso una imagen del ángel custodio. En su entorno se construirían también el palacio de la Lonja, y el palacio de la Diputación del Reino.

Las Casas del Puente tras la reconstrucción por los daños de Los Sitios / Fundación Ibercaja

En el siglo XVII, hay una descripción del padre Diego Murillo sobre cómo era la sede del concejo municipal de la capital del reino, tal y como señala Alberto Velasco Gonzàlez en un artículo publicado por la Institución Fernando El Católico.

«Los Iurados tienen su Tribunal en las casas que llaman de la ciudad, en frente de las casas del Reyno, y es un edificio de grande Magestad. Es parte deste edificio la lonja, donde tienen su contratación los mercaderes […]. Al lado derecho desta lonja esta lo restante de las casas de la ciudad, donde tienen
su consistorio los Iurados; y como esta sitiada hazia la parte del rio, y ay allí un estendido ventanaje con muchos balcones, goza de muy apazibles vistas; porque se vee de allí toda la vega y otra gran distancia de tierra hasta los montes Pirineos. Esta casa, y la de los Diputados, por la parte del río cogen en medio la puerta de la puente por donde se entra a la ciudad; la qual es notablemente grande, y está sobre ella
una figura de marmol del Angel Custodio, muy bien labrada, que con esto, y dos hermosas torres que tiene a los lados, de donde se continuan las dichas casas, haxen una vistosa y gallarda perspectiva».

En su interior, además de distintas salas administrativas y almacenes, había una sala donde se reunían los jurados de la ciudad, además de una capilla en la que había un retablo gótico obra del escultor Pere Joan y del pintor Pascual Ortoneda que fue encargado en 1443 por Gonzalo de la Caballería, un miembro de la corporación municipal que pretendía mostrar su poder y su cristiandad al encargar la obra, dado que procedía de una familia de judíos conversos. Este retablo quería exaltar la institución municipal como lugar de administración de justicia y de cumplimiento de valores éticos.

Las Casas del Puente fueron una de las víctimas de las bombas francesas durante Los Sitios de Zaragoza, a causa de uno de los bombardeos de 1809. Posteriormente, y a diferencia del Palacio de la Diputación del Reino o del Monasterio de Santa Engracia, el edificio que alojaba al ayuntamiento de la ciudad fue reconstruido, aunque la reconstrucción no se hizo en las debidas condiciones. De hecho, en las fotos que podemos ver de esa época, el edificio está lejos de los años de esplendor cuando estaba entre los principales edificios de la capital del reino.

En 1865, después de esa reconstrucción, Vicente Andrés describía el edificio en la Guía de Zaragoza de esta manera: «La puerta principal que da entrada al edificio, consta de nueve pies de diámetro en su luz y quince de altura, decorada con dos columnas dóricas, de mármol negro, que se elevan sobre un zócalo de tres pies de altura. Estas columnas sostienen en cuerpo avanzado su cornisamento del propio orden, sobre el cual se han de colocar las armas de la capital sobre los vanos de dichas cuatro puertas».

En el edificio también había una «grandiosa escalera con dos columnas de mármol negro que sube en un anchuroso tiro hasta la mitad de su altura, dividiéndose después en dos ramos a derecha e izquierda antes de desembocar en el piso principal en una dilatada estancia».

Las Casa del Puente desaparecieron en 1915, cuando el ayuntamiento derribó el edificio tras declararlo en ruina en 1912, cuando se lanzó el aviso de que la sede del concejo municipal se hundía. Tres años antes, el consistorio se había trasladado a la plaza de Santo Domingo, al antiguo convento del mismo nombre. Sobre el solar de las viejas Casas del Puente se construirían los Jardines del Ángel, donde se instaló una fuente octogonal.