Desde la mañana de este jueves, la Unidad de Rescate Acuático de los Bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza está realizando labores de búsqueda en el río Ebro para encontrar a Pascual G. G., un hombre de 75 años que desapareció tras abandonar una residencia de ancianos en el barrio del Arrabal. La situación ha generado gran preocupación tanto en la comunidad local como entre los equipos de emergencia, que se han desplegado en el área con el objetivo de encontrarlo.

Las autoridades han intensificado sus esfuerzos en las últimas horas, concentrándose en una zona cercana a la localidad de Pina de Ebro. Este enfoque ha sido decidido después de que la Policía encontrara esta mañana algunos efectos personales del desaparecido, entre ellos su ropa y su teléfono móvil. Estos hallazgos han orientado a los equipos de rescate a priorizar esta área específica del río, donde las condiciones del agua y las corrientes son especialmente desafiantes.

Pascual G. G. padece alzhéimer, una enfermedad neurodegenerativa que afecta la memoria y otras funciones cognitivas, lo que podría haber contribuido a su desaparición. El hombre, que mide 1.65 metros y pesa aproximadamente 58 kilos, fue visto por última vez saliendo de la residencia donde estaba ingresado. La Asociación SOS Desaparecidos emitió una alerta el día de ayer para solicitar la colaboración ciudadana en la búsqueda del septuagenario, subrayando la necesidad de localizarlo lo antes posible debido a su estado de salud.

COLABORACIÓN CIUDADANA Y CANALES DE COMUNICACIÓN

Ante la gravedad de la situación, la Asociación SOS Desaparecidos ha habilitado varios canales de comunicación para que cualquier persona que tenga información relevante sobre Pascual G. G. pueda contactar con ellos. Se han facilitado dos números de teléfono, 649952957 y 644712806, así como un correo electrónico, info@desaparecidos.es. Desde la asociación, se hace un llamamiento a la solidaridad de la ciudadanía para que cualquier pista, por insignificante que parezca, sea comunicada de inmediato a las autoridades.

El operativo de búsqueda incluye no solo a los bomberos y sus unidades especializadas en rescate acuático, sino también a efectivos de la Policía Nacional y equipos de voluntarios de protección civil. Los buzos están empleando técnicas avanzadas de rastreo subacuático y equipamiento especializado para explorar las aguas del Ebro, un río conocido por sus corrientes fuertes y su profundidad variable, que complican las labores de búsqueda.