Hace un año que la Princesa Leonor llegó a Zaragoza para recibir el primer curso de formación académica y castrense en la Academia General Militar. Una etapa que se cierra este miércoles, con la entrega de los despachos. Su paso por la capital aragonesa ha estado marcado por las salidas nocturnas de incógnito a las discotecas más populares de la ciudad y por los escasos paseos.

Desde su llegada en agosto de 2023, acompañada por sus padres, el rey Felipe VI y la reina Letizia, y su hermana, la infanta Sofía, la Princesa ha generado gran expectación en todos los actos públicos. Aquel 17 de agosto fue un día emocionante, que marcaba el inicio de la formación académica y militar de Leonor para suceder a su padre. Un día en el que Felipe VI recordó el mismo camino que él había recorrido 38 años antes: «Todos guardamos muy buenos recuerdos de ese día y ver a Leonor vivirlo así también es emocionante», comentó el Rey, tras la firma de Leonor en el libro de honor de la Academia, donde expresó sus ganas de afrontar esta nueva etapa.

El Rey, junto a su esposa, observó atentamente la incorporación de su hija junto a sus nuevos compañeros, guiada por la teniente coronel Margarita Prado de Santayana. Desde entonces, la Princesa ha dejado varias imágenes memorables en Zaragoza, como el 6 de octubre, cuando realizó una ofrenda a la Virgen del Pilar con sus compañeros de la LXXXIII promoción. Ese día se la vio en la plaza del Pilar, bromeando con los demás. Los medios y las redes se hicieron eco de una imagen en concreto, cuando uno de sus compañeros le ajustó la boina.

Un día más tarde, el 7 de octubre, juró bandera bajo la mirada atenta de sus padres. En su discurso, Felipe VI le recordó el compromiso que ha asumido con la sociedad española. «Leonor, sabes bien que la Corona simboliza su unidad y su permanencia», le dijo. «Es un día que voy a recordar siempre por su significado profundo y especial. Y que me acompañará el resto de mi vida», escribió la Princesa.

Desde entonces, Leonor ha estrechado lazos con la sociedad aragonesa, que le ha mostrado su gratitud concediéndole la Medalla de las Cortes de Aragón, el título de Hija Adoptiva de Zaragoza y la Medalla de Oro de Aragón. La entrega de estos distintivos fue el culmen de su paso por la capital aragonesa. Fue un acto multitudinario donde la Princesa, visiblemente emocionada, agradeció «el cariño» recibido. «Gracias a todos los que han hecho posible que me sienta una aragonesa más», dijo en su primer discurso público del curso, semanas antes de finalizar su ciclo que concluye este miércoles con la entrega de los reales despachos de empleo en la AGM.

Se cierra así una etapa para una joven Leonor que llegó a Zaragoza con 17 años. En la ciudad ha alcanzado la mayoría de edad, se ha presentado ante la Virgen del Pilar, ha jurado bandera y se ha sentido, según sus propias palabra, como «una maña más».