El Ayuntamiento de Zaragoza comienza la andadura del proyecto de mejora de la biodiversidad y regeneración paisajística e hidromorfológica del río Huerva a su paso por la capital. El proyecto de la primera fase de ejecución saldrá en próximos días a exposición pública, tanto por los canales municipales como por los de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).

Su valoración alcanza los 7.876.687,20 euros con IVA que se dividiría en dos lotes (uno de unos 5 millones y otro de 1,5 millones de euros aprox., ambos sin IVA) y un plazo de ejecución estimado en unos 7 meses

El alcance de la primera fase comprenderá la ejecución de un tanque de tormentas, la renovación de los colectores de saneamiento en varios tramos de la margen derecha, las actuaciones necesarias para garantizar la seguridad y estabilidad de los muros, la habilitación de los accesos de obra y el saneamiento y recuperación de la ribera eliminando las especies invasoras. Todo ello abarca unos 2,5 km de cauce fluvial, formado por 3 tramos descubiertos, el primero entre Puente Blasco del Cacho y el Puente Emperador Augusto, el segundo entre el Puente Emperador Augusto y el cubrimiento del río en Gran Vía y el tercero entre el puente de la calle de Miguel Servet y la desembocadura en el Ebro. 

Así lo han detallado esta mañana la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, el consejero de Urbanismo, Víctor Serrano, el consejero de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco y el presidente de la CHE, Carlos Arrazola.

FASES DEL PROYECTO

Los trabajos comenzarán con la limpieza de basuras y de elementos de la acción humana y otros enseres que llegan al cauce del río. A ello le proseguirá la retirada del mobiliario urbano e instalaciones existentes en el ámbito de actuación como barandillas, bancos, papeleras, juegos infantiles, aparcabicicletas, etc, que se acopiarán adecuadamente para su posterior reutilización en la Fase 2 de la obra. 

A partir de ahí llegarán la eliminación de las cimentaciones de este tipo de mobiliario, así como los posibles pavimentos de hormigón, con adoquines o baldosas; algunos muros de ladrillo o petos de piedra detectados; y la solera de los antiguos viveros Sopesens

Tras las calicatas previas, los ensayos y los sondeos geotécnicos, se emprenderá una fase de refuerzo y seguridad sobre los muros y estructuras de contención. Se hará con micropilotes una pantalla de contención de 210 metros paralela a la alineación de la calle de Manuel Lasala, entre otras. 

Con todo ello en marcha, se irá ejecutando la primera gran infraestructura, que estará en el subsuelo: un tanque de tormentas en la zona de los antiguos viveros Sopesens, cuyo objetivo es que aumente el volumen de aguas retenidas en momentos de precipitaciones para reducir las descargas al río de caudales sin depurar.

Del mismo modo, se realizarán labores de recuperación, saneamiento y desbroce progresivas de acuerdo con la tipología de las especies invasoras, con los estados fitosanitarios óptimos o por cuestiones de seguridad y estabilidad del terreno.