Desde hace más de 10 días, el municipio de Cuarte de Huerva está sumido en la incertidumbre debido a la misteriosa desaparición de José Ramón Tovar. Preguntas inquietantes están en el aire: ¿Dónde se encuentra? ¿qué sucedió después de que abandonó su lugar de trabajo el pasado 6 de septiembre? La familia de este hombre de 42 años está plagada de conjeturas, tratando de descifrar el enigma que rodea su ausencia.

A las 4:00 de la madrugada, una cámara capturó el momento en que José Ramón Tovar subió al automóvil de su compañero de piso. Esta grabación se ha convertido en un elemento clave en la búsqueda. Su hija lamenta que, a pesar del tiempo transcurrido, la Policía Judicial aún no haya rastreado el teléfono móvil de su padre, una herramienta potencialmente vital en esta investigación.

El compañero de piso de José Ramón Tovar, quien fue la última persona en verlo, apenas ha proporcionado pistas sobre su desfile. Según el testimonio familiar y las imágenes de videovigilancia de un restaurante, este individuo afirma haber encontrado a Tovar por casualidad, lo llevó a casa y notó que estaba bajo los efectos del alcohol, sin decir una palabra durante el trayecto.

Cuando llegaron a casa, Tovar se bajó del coche, indicando que subiría a la vivienda mientras su compañero estacionaba el vehículo. Sin embargo, al llegar al piso, Tovar había desaparecido sin dejar rastro. Esta extraña situación ha dejado perpleja a la Policía, que no ha logrado obtener más información.

A partir de ese momento, las teorías se multiplican: ¿Está Tovar en casa de alguien más? ¿ha sido víctima de algún incidente? La hija de Tovar, Iris, está en una espera angustiosa y se muestra esperanzada por encontrar a su padre. Hace solo un mes que él se mudó a la localidad y compartía piso con un conocido.

La historia personal de Tovar agrega una capa de complejidad. No estaba pasando por un buen momento emocional, ya que había perdido a su madre hace un año y enfrentaba dificultades relacionadas con una ruptura problemática. Se había trasladado a Cuarte de Huerva para alejarse de un conflicto no resuelto y poder estar cerca de su familia, especialmente de su hija de 4 años, a quien no había podido ver debido a problemas con su expareja.

A pesar de su estado emocional frágil, no tenía constancia de que Tovar hubiera buscado ayuda profesional o estuviera siguiendo algún tratamiento. Además, no había problemas aparentes en su lugar de trabajo en una empresa de construcción ni en la nueva comunidad en la que recientemente se había integrado.

La noche de su desaparición, Tovar vestía la ropa de trabajo, con una camiseta blanca, pantalón de chándal gris y zapatillas deportivas negras, llevando una mochila azul sobre el hombro. La pregunta que persiste en la mente de todos es: ¿Qué hacía a las 4 de la madrugada en el camino de la Junquera?

La frustración de la familia se suma a la incertidumbre sobre lo que pudo haberle ocurrido a José Ramón Tovar. La hija, en particular, lamenta que la Policía Judicial, incluso después de 12 días de la desaparición, aún no haya triangulado la ubicación de su teléfono móvil. Este dato podría ser crucial para avanzar en la investigación y proporcionar pistas sobre el desfile de Tovar.