La cesta de la compra que no puede dejar de lado el aceite de oliva se enfrenta a una preocupante realidad: su precio se ha duplicado en el último año y se ha cuadruplicado desde agosto de 2020, sin indicios de un descenso en el horizonte.

Con las reservas globales de aceite de oliva en niveles mínimos históricos, las perspectivas sombrías para la próxima cosecha en Europa y el impacto del cambio climático, los altos precios podrían convertirse en la «nueva normalidad», según expertos consultados por HOY ARAGÓN.

En agosto de este año, el precio del aceite de oliva en Andalucía, que produce más del 40% del aceite mundial, se ubicó en 8,20 euros por kilogramo, más del doble (+116%) en comparación con los 3,80 euros del mismo mes en 2022. Este valor establece un récord.

En Italia, los precios han subido un 98% con respecto al año anterior, mientras que en Grecia el aumento es del 114%, según un estudio de la firma de inteligencia de mercado y precios de materias primas, Mintec.

Estos tres países, junto con Portugal, producen dos de cada tres litros de aceite de oliva en el mundo, según el Consejo Oleícola Internacional (COI), una organización que reúne a los países productores de aceitunas y aceite de oliva.

Para comprender el alza de precios, es necesario remontarse a la última cosecha, según Kyle Holland, analista de aceites vegetales de Mintec. «Los principales países exportadores de aceite de oliva experimentaron un período de crecimiento [de aceitunas, el fruto de los olivos] muy, muy seco. Los árboles carecían de humedad, y muchos de ellos no produjeron ningún fruto», explica una fuente consultada del sector.

España, que normalmente produce entre 1,3 y 1,5 millones de toneladas métricas de aceite de oliva al año, según la fuente consultada, produjo solo 610.000 toneladas métricas en la cosecha 2022/2023.

La situación de los olivares en España llegó al punto de que, en mayo, el obispo Sebastián Chico Martínez, en el municipio de Jaén, lideró una procesión religiosa en la que los fieles clamaron por lluvia, algo que no ocurría en la región desde 1949. Jaén, con más de 60 millones de olivos, produce el 40% de todo el aceite de oliva español.

Debido a los problemas climáticos en los principales países productores de Europa, el mercado recurrió a productores alternativos como Túnez, Turquía, Marruecos y Argelia.

Sin embargo, debido a la escasez global, Turquía anunció en agosto una prohibición de las exportaciones de aceite de oliva hasta noviembre, cuando comienza la próxima cosecha, con el objetivo de controlar el aumento de los precios en el mercado interno.

El clima desfavorable persiste en España y la mayoría de los países europeos. Por lo tanto, se espera que la próxima cosecha en España, que se extiende de octubre a febrero, sea nuevamente escasa, con algunas estimaciones hablando de una producción máxima de 700.000 toneladas métricas, por debajo del promedio histórico.