La escasez de viviendas y los altos precios en el mercado inmobiliario no son un problema exclusivo de destinos turísticos como Ibiza. Esto está afectando significativamente desde hace años a los trabajadores del sector turístico del Pirineo oscense, llegando al punto de que algunos se ven obligados a rechazar empleos debido a la falta de alojamiento.

Esta preocupante situación ha sido objeto de advertencia por parte de los ayuntamientos y empresarios locales en los últimos años. En el día de ayer, de hecho, los máximos responsables de la Confederación Empresarial de la provincia de Huesca (CEOE-CEPYME Huesca), han alertado de que la escasez de viviendas disponibles para trabajadores en zonas turísticas se traduce en un «gran problema» para encontrar mano de obra.

Precisamente, durante el año 2022, también fue el sindicato UGT quien publicó un informe que aborda los problemas de alojamiento de los trabajadores temporales del sector turístico en la provincia de Huesca, tras mantener una reunión con representantes de diversas comarcas del Pirineo, incluyendo la Jacetania, Sobrarbe, Alto Gállego y Ribagorza. 

Desde UGT se considera que la tensión en el sector de la vivienda en el Pirineo es comparable a la de destinos turísticos reconocidos como Málaga o Ibiza. En las comarcas pirenaicas, según datos de julio de este año, trabajan en la hostelería 4,932 empleados, muchos de los cuales provienen de otras regiones. Sin embargo, cuando llegan para la temporada, se enfrentan a una oferta de alquiler de viviendas escasa y a precios en constante aumento debido a la proliferación de viviendas turísticas que saturan el mercado.

UGT informó que «algunas personas están rechazando empleos temporales porque no pueden encontrar alojamiento o no pueden permitírselo». Los salarios promedio en las categorías más bajas del sector de hostelería en Huesca o en las estaciones de esquí de Aramón rondan los 1.200 euros. Para algunos trabajadores, aceptar un empleo a 30 o 40 km de distancia no es rentable debido a los turnos partidos y los gastos de transporte.

En lugares como Panticosa, se llegan a solicitar 800 euros al mes por pisos de tan solo 50 metros cuadrados, y esta situación se refleja en otras áreas como Benasque o el valle de Tena, aunque en el valle del Aragón, la mayor oferta ha permitido precios algo más asequibles, según UGT.

El auge de los apartamentos turísticos ha contribuido a reducir la disponibilidad de viviendas. En la última década, el número de plazas en la Comunidad de Aragón ha aumentado de 4,907 a 8,021, según datos del Instituto Aragonés de Estadística.

Los altos precios también juegan un papel crucial, con alquileres que alcanzan los 780 euros por un estudio de 40 metros cuadrados en Formigal o 1.200 euros por un piso de 75 metros cuadrados. En Benasque, los precios oscilan entre los 650 euros por dos habitaciones y los 850 euros por tres. Esta problemática plantea un desafío significativo para los trabajadores del sector turístico en el Pirineo de Huesca y plantea interrogantes sobre su capacidad para asegurar viviendas adecuadas y asequibles.