En el centro de Zaragoza, un proceso de transformación cobra vida en uno de los locales más emblemáticos de la ciudad, testigo del paso de generaciones de zaragozanos. Situada en el prestigioso número 2 del paseo de Sagasta, la oficina de banca privada del Banco Santander (o Santander Private Banking) está en un proceso de una reforma integral destinada a adaptar sus instalaciones a las nuevas demandas del sector financiero.

Más allá de su función como espacio bancario, el edificio donde se sitúa esta oficina destaca por su valor arquitectónico y simbólico dentro del patrimonio de Zaragoza. Erigido en la intersección de Gran Vía con el paseo de Sagasta, sobre los terrenos del antiguo velódromo hacia 1945, este bloque de viviendas representa una pieza clave del legado urbano de la ciudad.

Esta remodelación sigue la estela de otras que está haciendo por toda España: más accesibles, con grandes ventanales y una mejor comodidad para los clientes. Ya hace un año, Santander remodeló absolutamente su oficina del paseo Independencia esquina con la calle Zurita para hacer su nuevo concepto de oficina ‘coffee work’

Una de las oficinas de Santander en su área de Banca Privada / BS

Desde el pasado 8 de enero, el habitual trasiego de clientes ha dado paso al constante movimiento de obreros y maquinaria, anticipando un cambio significativo en la forma en que el banco pretende servir a sus clientes de alto patrimonio. La entidad ha anunciado a través de un cartel en la puerta del local que, debido a los trabajos de reforma, la oficina ha sido temporalmente trasladada al Coso, 36, garantizando así la continuidad de sus servicios.

Fuentes del banco han revelado que esta renovación busca alinear la oficina de banca privada con un nuevo formato más funcional, tecnológico y confortable, en consonancia con los estándares modernos de atención al cliente. Se espera que las obras concluyan en julio, momento en el cual el histórico local reabrirá sus puertas.