La demanda de viviendas se ha incrementado en los últimos tiempos, convirtiéndose en uno de los motivos de la subida de los precios. Una alternativa puesta en marcha por el Ayuntamiento de Zaragoza ha sido la de adaptar locales para este fin, siempre que se cumplan unas condiciones determinadas. Esta solución, además, permite dar uso a muchos locales de la ciudad que se encuentran vacíos, convirtiéndose en una solución real en muchos casos.

Sin embargo, inicialmente la medida implantada en Zaragoza no terminó de arrancar, y entre 2021 y 2023 se concedieron un total de 68 licencias, que dieron lugar a 103 nuevas viviendas, según datos del Área de Urbanismo del Ayuntamiento. A ellas hay que sumar aquellos locales que se convirtieron en viviendas de forma irregular, incluso sin solicitar permisos de obra, algo que evidentemente ha sido perseguido.

En cualquier caso, estas cifras dejaban a Zaragoza muy por detrás de otras ciudades que han implantado iniciativas similares. En esos dos años, ciudades como Pontevedra, Valencia o Las Palmas han superado las 1.000 reconversiones de locales.

EL AYUNTAMIENTO HA ABIERTO LA MANO

El principal problema en Zaragoza es que la delimitación de calles era muy restrictiva, debido a que la malla básica es muy amplia y aglutina no solo las principales arterias, sino también avenidas que podían considerarse secundarias. Por ello, tal como adelantó HOY ARAGÓN, el Ayuntamiento ha flexibilizado la regulación y ahora es posible adecuar locales para su uso como viviendas en muchas más calles.

Entre otros cambios, ahora es posible adecuar locales en vivienda en la malla básica, pero existe un listado de vías en las que no es posible en ningún caso. Este listado cerrado incluye calles y plazas como Alfonso I, Don Jaime, Manifestación, Coso, César Augusto, Gran Vía o San Francisco.

Es decir, si la calle en cuestión no aparece en el listado, en principio, es posible reconvertir un local en vivienda, independientemente de que esté en la malla básica. Asimismo, hay que tener en cuenta que acogerse a esta posibilidad implica también cumplir una serie de requisitos en relación a las entradas de luz, las salidas de humos, etc.