La reciente implementación de la Ley de Bienestar Animal ha generado preocupación entre los dueños de mascotas y ha tenido un impacto negativo en los animales a los que se supone protegido. Esta normativa, aprobada apresuradamente sin un consenso previo, ha entrado en vigor sin su correspondiente desarrollo reglamentario, y sus consecuencias son evidentes. En las últimas semanas, las cifras de abandono de animales en España han aumentado, a pesar de que el país ya enfrentaba una de las tasas más altas de abandono en Europa, alcanzando 285.000 perros y gatos al año, según la Fundación Affinity.

El consenso es claro: las llamadas de propietarios preocupados se han multiplicado. Muchas de estas organizaciones se oponen a la Ley de Bienestar Animal debido a su enfoque punitivo, y aproximadamente el 60% de ellas informa de un aumento en los abandonos, lo contrario de lo que se pretendía con esta normativa.

Por ejemplo, la protectora Salvando Huellas en Huesca ha notado un incremento en la cantidad de animales que han recogido en los últimos dos meses, y los propietarios de cobayas, conejos y otros animales temen que no podrán venderlos en el futuro debido a las restricciones de la ley. Además, dueños de perros se ven afectados al no poder costear un seguro, lo que está teniendo un efecto contrario al fomentar las adopciones.

En Palencia, la Protectora de Animales Scooby también ha experimentado un aumento en las adopciones, y las personas intentan abandonar a sus mascotas antes de enfrentar las duras sanciones de la ley. Esta tendencia se repite en otros lugares, donde algunos cazadores optan por abandonar a los perros en lugar de cumplir con la normativa.

No todas las protectoras critican la ley; algunos ven aspectos positivos, como la prohibición del sacrificio de animales sanos en centros de acogida. Sin embargo, la preocupación persiste en torno a los animales permitidos ya la falta de información y control en la aplicación de la ley.

La incertidumbre entorno a los animales permitidos no ha llevado a un abandono masivo de mascotas consideradas exóticas, y el Seprona no ha notado un aumento significativo en los casos de abandono de estos animales. A pesar de ello, la controversia en torno a la Ley de Bienestar Animal continúa.