En un mitin político reciente, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, delineó las condiciones y propuestas que el partido considera esenciales para la próxima investidura de Pedro Sánchez como presidente. Estos puntos clave incluyen la permanencia de Irene Montero como titular de Igualdad, la revocación de la denominada ‘Ley Mordaza’, el aumento del salario mínimo interprofesional a 1.500 euros, y la congelación de los contratos de alquiler durante la próxima legislatura.

Belarra, en presencia de Montero y otros altos cargos del partido, subrayó cinco puntos cruciales que ven como esenciales para cumplir con el «mandato» del electorado progresista, según lo expresado en las elecciones del 23J. Dentro de sus prioridades, destacó medidas para reducir el costo de vida, como una disminución permanente en las tarifas del transporte público y la regulación de los precios de los alimentos. Además, llamó a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), actualmente bloqueado por el PP, y a la revocación total de la Ley de Seguridad Ciudadana.

Un punto central del discurso de Belarra fue el papel crucial del feminismo en la próxima legislatura. Hizo énfasis en la necesidad de que Montero continúe liderando el Ministerio de Igualdad, así como en el impulso de cambios pendientes en materia de derechos de las mujeres y la revisión del Código Penal en lo que respecta al consentimiento.

En temas de vivienda, Belarra pidió congelar los alquileres para abordar la crisis habitacional y propuso un nuevo índice para actualizar contratos que sustituya al IPC. También planteó la implementación de una moratoria en los alojamientos turísticos.

El evento contó con la participación de representantes de otros partidos, entre ellos Amanda Mayer y Carlos Sánchez Mato de IU, Juantxo López de Uralde de Alianza Verde y Gabriel Rufián de ERC. Este último recibió una ovación especial, al igual que el cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero.

La asistencia al evento en el Teatro Fernando de Rojas superó su capacidad, atrayendo a cerca de 1.000 participantes. Debido a la gran afluencia, muchos tuvieron que seguir el evento a través de pantallas en salas contiguas o incluso desde la calle. Ambas ministras aprovecharon la ocasión para agradecer a todos su apoyo inquebrantable.