La plana mayor del PP ha firmado este lunes un pacto de Estado en Salamanca para sacar adelante una selectividad común a toda España. Por el momento y como primer paso, las 12 comunidades donde el PP tiene influencia y que representan al 70% de los alumnos de educación no universitaria, firmaron un acuerdo para implementar en junio de 2025 un prueba de acceso a la universidad común y que sea más equitativa para todos los estudiantes de España. En todo caso, se contempla el respeto a la diversidad lingüística, cultural y educativa de las diferentes autonomías.

Así, en estos territorios, la selectividad no tendrá las mismas preguntas, pero se realizará en las mismas fechas, con los mismos contenidos evaluables, criterios de corrección, tipo de ejercicios y número de opciones.

Junto con el líder de la oposición, Núñez Feijóo, en la reunión han participado el presidente de Aragón, Jorge Azcón, así como los mandatarios autonómicos de Islas Baleares, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Andalucía, Comunidad de Madrid y Castilla y León. También han asistido los consejeros de Educación de Galicia, Extremadura, La Rioja, Cantabria y Canarias. Todos ellos firmaron el acuerdo «por los jóvenes» de sus comunidades y criticaron la falta de criterios únicos en toda España, solicitando al Ejecutivo una Conferencia de Presidentes para abordar estos temas. Los consejeros de Ceuta y Melilla también se unieron al acuerdo como «un gesto político», ya que en estas ciudades las competencias educativas pertenecen al Ministerio de Educación.

LOS CAMBIOS ACORDADOS

El primer cambio que suscribe este acuerdo es que en la prueba de acceso a la Universidad se evalúen los mismos contenidos en todas las Comunidades Autónomas. Así, se recupera la matriz de especificaciones eliminada por el Gobierno, estableciendo los contenidos obligatorios para cada asignatura de la fase obligatoria. Además, el examen se celebrará en las mismas fechas en toda España, lo que implicará la publicación de las notas de forma simultánea, facilitando así la movilidad de los alumnos que quieran estudiar en una región distinta a la suya.

Con este acuerdo se propone también una misma forma de corregir. Es decir, se establece un sistema común de corrección en todas las comunidades, incluyendo criterios como que las faltas de ortografía y los errores de redacción descuenten puntos. La estructura del examen también será igual, unificando el tipo de preguntas, los temas específicos y la distribución de las calificaciones para garantizar la equidad en la evaluación.

El acuerdo del PP no implica una reforma total de la selectividad, pero establece un modelo más riguroso que el actual. «Hoy hemos firmado un acuerdo de Estado», subrayó Feijóo, explicando que «se ha pactado hasta el número de faltas de ortografía necesarias para suspender un examen». Prometió seguir avanzando para establecer currículos comunes y mejorar la calidad educativa.

Cada año académico, alrededor de 300.000 estudiantes se presentan a los exámenes de acceso a la universidad. Debido al distrito único, la calificación que un alumno obtiene en su comunidad autónoma le permite ingresar en cualquier universidad de España. Sin embargo, como las pruebas varían entre las autonomías y tienen diferentes niveles de dificultad, se ha generado «una ruptura del principio de igualdad de oportunidades», según señala el pacto suscrito este lunes.

La ministra de Educación, Pilar Alegría, prometió unificar la prueba en toda España, de modo que su estructura y criterios de corrección fueran los mismos en todas las comunidades autónomas. Sin embargo, no lo ha hecho completamente, y el PP ha tomado la iniciativa: ha adoptado algunas de las ideas iniciales del Gobierno del PSOE, les ha añadido otras y, respetando los currículos de la LOMLOE, ha desarrollado una fórmula con la que todas las regiones se sienten cómodas.

Esto significa que la selectividad «común» acordada este lunes en Salamanca no implica una reforma total de la prueba. No se ha modificado la parte autonómica de los currículos para que todos los alumnos estudien una sección idéntica en el Bachillerato, ni se ha establecido el mismo número de horas para cada asignatura en todas las regiones.

Estas medidas no se descartan, pero se han pospuesto para trabajarlas más adelante en coordinación con las academias reales y otras instituciones relevantes. Tampoco se ha decidido que las preguntas sean las mismas en todas las regiones que han suscrito el acuerdo, lo cual permitiría hablar de una Selectividad única, no común. En cambio, se ha optado por un modelo que al menos permite recuperar el rigor de los tiempos prepandémicos, donde el examen no era tan fácil como ahora.