Muchos medios de comunicación se hacían eco de una nota de los sindicatos de funcionarios de prisiones que lanzaban desde la cárcel valenciana de Picassent. Allí, el conocido como ‘Rambo de Requena’, interno de la prisión zaragoza de Zuera, era trasladado para asistir a un juicio por robo con violencia.

En el momento en el que iba a ser introducido en el furgón de la Guardia Civil que le llevaba al Palacio de Justicia de Valencia atacó de manera sorpresiva a los agentes a mordiscos, provocándoles heridas en manos y cuello. «Iba a la yugular y estaba totalment4e descontrolado», contaba una testigo presencial de los hechos.

«Hablamos de un preso imprevisible y con cambios constantes de humor. En Zaragoza tuvo una pelea con sus compañeros de modulo mientras jugaban al parchís. Sin motivo aparente, pasa de estar normal a morder a la gente. A veces deja de hablar y te da un papel con notas para pedirte algo», relatan desde el sindicato TAMPM, ‘Tu Abandono Me Puede Matar’.

Hablamos de un recluso que está en uno de los módulos donde residen los presos más conflictivos, el número nueve, y que está cumpliendo 27 años de prisión por disparar contra una patrulla de la Benemérita e intentar acabar con sus vidas en la localidad turolense de Muniesa.

Este preso a sido devuelto a la cárcel de Zuera donde seguirá cumpliendo condena. Una de las prisiones, según fuentes sindicales, con más presos potencialmente peligrosos y más saturadas de España. Según datos oficiales de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, el año pasado se produjeron 508 ataques a funcionarios, un 12% más que en 2022. Y este año, cuentan fuentes sindicales, estas cifras no van a mejorar.

El caso del ‘Rambo de Requena’ es tan solo un ejemplo de que se que vive dentro de las prisiones. Los sindicatos de prisiones APFP y TAMPM han vuelto a alzar la voz tras el inicio de este verano para alertar de situaciones que podrían volver a repetirse.

Instituciones Penitenciarias ha reconocido que la cifra oficial de internos de la cárcel de Zuera ronda los 1.700, prácticamente 700 más de los que teóricamente tendría que acoger esta prisión zaragozana. Y este dato es uno de los que más preocupan de los funcionarios que ven como cada día tienen que garantizar la seguridad en un Centro Penitenciario que, insisten, está sobredimensionado.

Las últimas operaciones policiales contra bandas juveniles organizadas que tienen su origen en grupos de procedencia latina pero que ahora están integradas por jóvenes de todas las nacionalidades hace que en la cárcel entren más pandilleros. «Desde el aumento de esta población reclusa se producen más autolesiones, ajustes de cuentas o peleas grupales», aseguran.

A los líderes de bandas como ‘Dominican Don’t Play‘ hay que añadir a reclusos pertenecientes a los ‘Black Panther’, enemigos acérrimos. Ahora trasladan sus peleas, según afirman desde TAMPM, de la calle al patio de prisión o a las celdas.

UNA DE LAS CÁRCELES MÁS PELIGROSAS DEL PAÍS

Los funcionarios vuelven a recordar a las autoridades que la prisión zaragozana es «una de las más peligrosas del país, y no está preparada con medios materiales o espacios físicos, para albergar estos volúmenes de internos tan violentos«, relatan fuentes sindicales.

Aseguran que sufren a diario vejaciones, insultos y amenazas por parte de algunos reclusos. «Hace unos días un compañero fue rodeado y agredido por un grupo de internos que participaban en una pelea grupal al tratar de separarles», cuentan desde TAMPM.

Auguran un verano «caliente» si desde las instituciones competentes no se toman medidas. Todos recuerdan el asesinato de una compañera, responsable de la cocina del penal, a puñaladas en una prisión de Cataluña. «No queremos lamentar cuando ya sea tarde un hecho similar en la cárcel de Zuera, y por eso exigimos que se tomen medidas ya«, sentencian.