Un individuo de 22 años tuvo que ser llevado a urgencias del hospital Miguel Servet el pasado domingo, debido a graves cortes en su rostro como resultado de una agresión violenta durante una pelea masiva frente a un bar en la avenida de César Augusto. La Policía Nacional realizó cuatro arrestos en relación a esta trifulca, incluyendo al joven agredido, identificado como Mouad O., y al presunto agresor, Soufiane M., de 29 años.

El conflicto, en el que hasta diez personas parecen haberse involucrado según testigos presenciales, ocurrió alrededor de las 8:20, y las razones aún son desconocidas y están siendo investigadas. Según el dueño del establecimiento, la confrontación comenzó en la calle, donde un grupo de jóvenes de origen marroquí y argelino se enzarzaron en una pelea, arrojándose objetos que iban desde botellas de cristal hasta sillas.

La intensa disputa llamó la atención de algunos vecinos que alertaron al número de emergencia 091, ya que notaron que varios de los involucrados presentaban heridas sangrantes. Las patrullas policiales llegaron al lugar y observaron que uno de los jóvenes tenía cortes graves en su rostro, producto de que le habían fracturado una botella de cristal. Los médicos de urgencias tuvieron que realizarle 25 puntos de sutura. Otros detenidos también presentaban contusiones o heridas.

De acuerdo a información proporcionada por fuentes, los individuos bajo investigación, quienes cuentan con la representación de los abogados Carmen Sánchez, Luis Ángel Marcén, Carlos Estremera y Mercedes Lasierra, acumulan un total de 18 antecedentes policiales. Dos de ellos, Soufiane M. y Mouhcine I., acumulan siete antecedentes cada uno por delitos como lesiones, robo con violencia, resistencia a la autoridad, atentado, desobediencia y disturbios públicos, entre otros.

Los arrestados responden a las iniciales de M. O. –22 años y de origen marroquí–, J. G. –29 años y también de origen marroquí–, M. I. –27 años y también marroquí– y S. M. –29 años y de origen argelino–. Según fuentes, los dos últimos residen ilegalmente en España y cuentan con órdenes de expulsión. Sus expedientes revelan historiales delictivos que incluyen lesiones, amenazas, robos con violencia, atentados contra agentes de la autoridad y disturbios públicos. En la actualidad se les imputa un delito de riña tumultuaria.

Incluso mientras se encontraban detenidos, algunos de ellos continuaron insultando y amenazando a los agentes. Durante un cacheo, a uno de los detenidos se le encontraron cinco fragmentos de una sustancia rocosa blanca escondida en su ropa interior. Tras ser llevados al juzgado de guardia, los cuatro individuos quedaron en libertad bajo investigación.