«Tu pásatelo bien que yo estoy aquí jodido». Es uno de los mensajes que la Policía Judicial de la Guardia Civil de Ejea de los Caballeros encontró en el teléfono móvil de Susana, la víctima del crimen de la capital de la Comarca de las Cinco Villas.

Los hechos tuvieron lugar el pasado seis de julio en un establecimiento que regentaba la víctima y al que su ex marido, en ocasiones, acudía para ayudarle a confeccionar los marcos de cuadros que vendían.

Aquella mañana de sábado encontraron a ambos; a José Francisco con 15 heridas que no revestían demasiada gravedad y a Susana con la cabeza destrozada. Al principio se barajó la posibilidad de un ajuste de cuentas pero días después la Guardia Civil detenía a la ex pareja de la víctima.

Según ha podido saber HOY ARAGÓN, la declaración de algunos testigos cercanos a a pareja, familiares y el registro de sus teléfonos móviles así como de sus redes sociales habrían acabado por decantar la investigación hacia un caso de violencia de género.

La primera duda razonable que tuvieron los investigadores respecto a un posible ajuste de cuentas fue la brutalidad de la muerte de Susana. Esta mujer de 48 años, madre de dos hijos, explicó a sus cercanos tras la separación que su ex «era capaz de cualquier cosa» y que le estaba «ninguneando psicológicamente”.

Los problemas con el juego de José Francisco, a quien sus padres años atrás llegaron a prestar hasta 30.000 euros para pagar unas deudas, eran conocidos por su entorno pero incluso los más cercanos dudaban de que tuviese relación con gente peligrosa. Explicaron a la Guardia Civil que si tenía deudas las tendría con gente conocida.

Uno de los principales detonantes de la separación fue el hecho de que su cuñada le descubriese entrando en su casa, según declararon, con intención de robar. Tras este suceso, el detenido desapareció unos días hasta que sufrió un accidente de circulación y acabó en el hospital.

Tras la separación, los conocidos de ambos explicaron que ella estaba radiante, con ganas de hacer cosas, mientras que él parecía «derrotado». Susana tenía la sensación de que le acosaba; incluso abría perfiles con nombres ficticios en redes sociales para contactar con ella, que acabó descubriéndolo.

Antes del divorcio, según ha podido saber este diario digital, tuvo algún episodio de violencia en el que él la agarró del cuello en presencia de sus dos hijos menores de edad. A este suceso hay que añadir que años atrás el detenido habría fingido un robo en el domicilio familiar y se habían llevado dinero. Según la víctima, hechos que acabaron por propiciar el divorcio.

INTENTÓ ESTRANGULAR A SU VÍCTIMA

Para los investigadores, la agresión se produjo en un ambiente de confianza e intimidad.
En este contexto comienza una discusión que desencadena en una agresión de José Francisco a la víctima con posibles golpes y un ahogamiento hasta el punto en el que Susana cae y se golpea la cabeza con la esquina de luna máquina.

La víctima queda tirada e indefensa y el agresor aprovecha para ensañarse con ella golpeándola en repetidas ocasiones en la cabeza con diversos objetos contundentes entre ellos un escoplo con mango de madera.

Al parecer, la victima cayó al suelo en posición de cubito prono, recibiendo más de diez golpes efectuados en la misma zona con una gran fuerza. Este hecho hizo pensar a los investigadores que el agresor quería infringir a su víctima el mayor daño posible.

Según la Guardia Civil, el detenido, representado por los abogados Carmen Sánchez y Luis Ángel Marcén, además mostró una ausencia de interés, preocupación o pena por el desarrollo de los hechos. Apenas preguntaba por el estado de su expareja y mantenía la versión de que habían sido atacados.

En el momento de la detención en el día 12 de julio de 2024, se mostró sorprendido y tranquilo. Según estas mismas fuentes a las que ha tenido acceso este periódico digital,
la única preocupación expresada por el detenido residió en que sus hijos no le vieran
entrar al juzgado y que a la localidad de Ejea de los Caballeros no podía volver.