El susto que se llevó Carlos Casteller, dueño de una empresa de semillas en la carretera de Logroño, cuando le llamó la Guardia Civil a las cuatro de la madrugada, fue de consideración. «Me asusté porque a esas horas pensaba que le había pasado algo a alguien de mi familia, pero luego cuando me lo contaron me quedé de piedra», explica.

Minutos después, ya que Carlos vive en el barrio zaragozano de Monzalbarba, donde sucedieron los hechos, estaba frente a la fachada destrozada de la entidad bancaria, confirmando a la Guardia Civil y a la Policía Local de Zaragoza que esa era su excavadora. «Ahora la tengo aquí parada; cuando empecemos a andar con ella veremos si tiene algo pero, en principio, nada», cuenta hablando de los daños producidos en esta maquinaria de su empresa.

La tiene aparcada en el mismo lugar en el que se la robaron, rompiendo un candado y llevándosela por una puerta lateral. «Creo que se habrían marchado por caminos que conducen a Monzalbarba. Esto quiere decir que conocen la zona, que saben conducir un vehículo de esta envergadura; ya habían venido aquí y sabían qué llevarse», argumenta Casteller.

Ahora debe esperar a que la Policía Judicial llegue a sacar alguna huella, aunque piensa que es más que probable que puedan saber quienes son. «Demasiado escándalo en un robo que despertó de madrugada a la mitad del barrio», dice con cierta ironía.

Mientras, días después, los vecinos de la calle Santa Ana siguen sin salir de su asombro. Una mujer que vive sola  justo encima de la entidad asaltada relataba que pensaba que la casa se derrumbaba por el gran estruendo, y otra vecina creía que el camión de la basura había tenido un accidente.

Luis acaba de llegar de vacaciones y es conocedor del funcionamiento de los cajeros bancarios ya que su hija trabaja en el sector. «Tenían el coche preparado con una abertura en el techo, pero es que si llegan a meter ahí la caja que pesa alguna que otra tonelada puede no no hubiesen podido arrancarlo», asegura.

En apenas unos días, estos delincuentes ya han sido grabados en tres ubicaciones distintas. La primera días antes del asalto en Monzalbarba, en una gasolinera en Cuarte de Huerva. Mismo ‘modus operandi’, ya que arrancaron con la ayuda del coche robado que luego usaron en Monzalbarba, una máquina de dinero.

La segunda, en la empresa de Carlos cuando accedieron para llevarse la excavadora y hora y media después, por las cámaras de los vecinos de Monzalbarba en pleno asalto mientras les gritaban diciendo que ya llegaba la Guardia Civil.

Precisamente de un guardia es uno de los vehículos que presuntamente dañaron durante el atraco. Otro miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, al parecer familiar de este Guardia Civil, y que vivía en la zona, no tuvo tiempo más allá de para avisar a sus compañeros.

«Se oyó que les decía antes de que huyesen ‘te cogeré’, dirigido a los dos asaltantes que huían en su coche, por cierto, sin el botín«, dice otra vecina que camina por la calle Santa Ana y observa perpleja cómo quedó la fachada del banco.

ROBOS EN VIVIENDAS A PENA LUZ DEL DÍA  

En Monzalbarba también aprovechan el incidente para denunciar la comisión de varios robos en viviendas del barrio zaragozano y no precisamente de madrugada. «Entran sobre las ocho de la tarde, ahora que hay mucha gente fuera, y se llevan joyas y dinero. Uno de los robos en esta misma calle del atraco», cuenta un vecino que asegura que ya se han puesto denunciar en el puesto de Casetas de la Guardia Civil.

La Benemérita, que no se ha pronunciado oficialmente sobre este asalto en el barrio de Zaragoza, asegura que hay una investigación en curso sobre lo sucedido pero que todavía no se han realizado detenciones.