Mientras el presunto autor de la brutal agresión, un hombre de 28 años que caminaba por el Canal buscando a su víctima, era detenido, Amelia se debatía entre la vida y la muerte tras recibir al menos 10 puñaladas, algunas en zonas muy comprometidas para la vida.

R.C.D.S iba de negro y atacó sin ser visto. Fue por la espalda, mientras Amelia, de 48 años, miraba hacia el canal, bajo en puente de la calle Sarrión. Solo se dio cuenta cuando su agresor le clavó la navaja a la altura del cuello.

Fue una de las primeras de hasta diez acometidas, ante las que a duras penas podía reaccionar. Fueron varios vecinos que paseaban por la zona y dos operarios de ‘Zaragoza Florece’ que estaban cerca trabajando en el montaje ese fin de semana en el Parque José Antonio Labordeta, quienes le evitaron más sufrimiento a Amelia.

Rápidamente los agentes de Policía Local que detenían al agresor, previamente retenido por los vecinos, llamaron a los servicios de emergencias ante la gravedad del estado de la mujer, a quien tuvieron que ayudar a salir del Canal.

Se había metido en el agua para evitar más puñaladas con la navaja de 8 centímetros de hoja y 18 centímetros de longitud que portaba el detenido. El problema es que éste también le había seguido en el agua, e incluso había intentado asfixiarle, ya que en su llegada al hospital tenía claros síntomas de asfixia.

Al llegar al Hospital Universitario Miguel Servet, al servicio de Urgencias, tenía heridas que estaban causadas con ensañamiento. Había cortes y perforaciones de navaja en su cuerpo desde la cara hasta el tronco.

Además llegaba con un neumotórax, un colapso pulmonar producido por una perforación en el pecho que se produce cuando el aire se filtra dentro del espacio que se encuentra entre los pulmones y la pared torácica. El aire hace presión en la parte externa del pulmón y causa el colapso.

También tenía los ya mencionados signos de asfixia producidos, al parecer, por ese presunto intento de ahogamiento en las aguas del Canal. Los sanitarios que la atendieron en un primer momento se sorprendieron sobre todo por la brutalidad de la agresión y ese ensañamiento propio de un ataque con connotaciones pasionales.

El presunto autor de los hechos, que ha negado haber agredido a nadie, ha sido trasladado por orden de la jueza al centro de psiquiatría del mismo complejo hospitalario en el que se recupera su última víctima.

CUATRO DÍAS EN LA UCI LUCHANDO POR SU VIDA

Amelia no pudo recordar nada después de lo sucedido ya que rápidamente la sedaron para tratar sus heridas. Ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos con un pronóstico grave aunque, según pudo saber HOY ARAGÓN, no se temía por su vida.

No obstante, la situación era crítica. Ha estado cuatro días luchando por salir con vida de esta unidad sanitaria y al final lo ha conseguido. Ayer por la mañana le daban el alta en la UCI y pasaba a planta.

Todavía tendrá que estar unos días en el hospital zaragozano para recuperarse de sus heridas y coger fuerzas suficientes para volver a vivir. El proceso psicológico será mucho más lento. Tendrá que aprender a vivir al principio con ese miedo y superar un trauma que, dicen los expertos, es similar al de un conflicto armado.