Sucedió en la noche del pasado lunes en la localidad zaragozana de Leciñena, en la Comarca de Los Monegros. El Centro Operativo de Servicios, COS, de la Guardia Civil recibía una llamada alarmante.

Un padre explicaba a los agentes que su hijo les había agredido y que fuesen a su vivienda en la mayor brevedad posible porque no sabían lo que podía pasar, ya que se estaba comportando de manera muy violenta.

Una patrulla se acercaba a la zona y al llegar se encontraba con el padre sentado en la acera, frente a su vivienda, con el cuerpo ensangrentado por diversas heridas, y a su mujer al lado llorando desconsolada y haciendo señas a los agentes.

Tras entrevistarse con el matrimonio, éstos les contaban que uno de sus dos hijos, de 34 años de edad, sin aparente motivo había comenzado a agredir a su padre de manera incontrolada, hasta tal punto que había tenido que intervenir su hermano menor.

La madre del autor del hecho advertía a los guardias civiles de la violencia de su hijo, mientras éstos pedían refuerzos y una ambulancia para tratar las heridas de ambos progenitores, en especial del padre.

Mientras las víctimas, de entorno a los sesenta años de edad, eran trasladadas a un centro hospitalario para revisar sus heridas, los agentes entraban en la vivienda y se dirigían a la planta superior donde, al parecer, el hombre se había atrincherado en una especie de salón y había cerrado la puerta por dentro.

Tras subir las escaleras se encontraron con el hermano pequeño, que explicó que no podía hacer nada para calmarle y procedieron a entrar en la habitación del atrincherado. Al abrir la cerradura se lanzó sobre ellos arrojándoles una silla y varios objetos, mientras intentaba propinarles patadas y puñetazos.

Tras intentar repeler la agresión, los agentes de la Benemérita consiguieron reducir, tras unos minutos muy tensos, a este hombre y bajarlo por las escaleras para introducirlo en el vehículo policial. Una vez allí comenzó a pegar patadas con tal fuerza que desencajó una de las puertas traseras del vehículo policial.

Los guardias lo llevaron al puesto de la zona para que prestase declaración en presencia de un abogado de oficio pero el joven no desistía de su violento comportamiento. Al final, horas después, fue trasladado a un centro hospitalario donde pasó derivado a la unidad de psiquiatría.

Según fuentes consultadas por HOY ARAGÓN, el detenido padece algún tipo de trastorno psiquiátrico y llevaba varios días sin tomar la medicación recetada por un psiquiatra. Los padres explicaron que ya había intentado agredirles previamente y que vivían amenazados.

De hecho tenía una orden de alejamiento de su madre pero el juez la retiró al incumplir la víctima dicha orden y dejar que su hijos viviera con ellos. También tenía una orden de busca y captura por otros hechos delictivos de un juzgado de Huesca.

SEGUNDO CASO EN DOS MESES

No es la primera vez que en este periódico digital escribimos sobre un caso de violencia en el ámbito familiar. En junio de 2024, un joven amenazó a su familia y a los guardias que llegaron a socorrerles en su domicilio. La madre reconocía tras el suceso que su hijo llevaba un año consumiendo drogas y en los últimos meses había ido a peor.

También este último detenido en Leciñena dio positivo en consumo de varias sustancias que había mezclado con alcohol. Según los expertos, las adicciones y el hecho de no tomar la medicación correspondiente están detrás de estos comportamientos. Situaciones que se complican, como la que tuvo lugar esta semana en Leciñena, que pudo resolverse gracias a la rápida actuación de dos guardias civiles.