Septiembre es sinónimo de cambios. Sobre todo, en las temperaturas. Llegan los vaivenes del tiempo y la época de los catarros, momento en el que nuestras defensas bajan y los virus atacan a nuestro sistema inmunitario.

El tiempo pude estar directamente conectado a nuestra salud y es que todos alguna vez hemos tenido que vivir con un pañuelo en la mano cuando se acercaban las bajas temperaturas, además de sufrir dolores musculares, migrañas o otros muchos síntomas que nos recuerdan que hemos cogido un buen resfriado.

Identificar un resfriado es fácil. Lo más importante es saber que se origina por un virus y que por lo tanto, este es contagioso, aunque no es nada grave. Frente a esto, es crucial prestar atención a los primeros síntomas, típicos de esta época del año: mocos, taponamiento nasal, tos o estornudos. Pero, ¿cómo puedo evitar contagiarme?.

TRUCOS ANTE EL RESFRIADO

Lo primero que debes hacer es tomar mucha vitamina C. Por ejemplo, beber un vaso de zumo de naranja natural por las mañanas para fortalecer las defensas. Además, también debes hidratarte y beber líquidos calientes, como un vaso de leche con miel, ya que ayudan a despejar la nariz, alivian el dolor de garganta y mantienen la temperatura corporal.

Usar pañuelos de usar y tirar y lavarse las manos correctamente son otros de los consejos para mantenerte protegido. Se recomienda lavarse las manos justo al entrar de casa y antes de las comidas, ya que puede reducir considerablemente las enfermedades respiratorias.

No dejes nunca que tus pies se enfríen y sobre todo, abrígate lo que sea necesario. Tampoco es recomendable ponerse mucha ropa durante esta temporada de cambios, ya que puedes acabar sudando y eso no ayuda a parar un resfriado. Lo importante aquí es mantener nuestra temperatura corporal normal.

La ventilación en el hogar es otro de los factores clave porque nos ayuda a eliminar virus y ácaros que son propagadores de enfermedades infecciosas. Aunque no debes olvidarte de hacer ejercicio al menos 20 minutos al día. Esto puede ayudarte a superar mucho antes un contagio.