El cambio climático ha provocado veranos cada vez más calurosos en la Península, lo que ha incrementado la aparición de medusas en nuestras playas. Esto preocupa a los bañistas, ya que limita su disfrute del mar.

Aunque las medusas han sido siempre parte de nuestras costas, la presencia de nuevas especies, como la medusa ‘huevo frito’, se ha vuelto más común. Afortunadamente, la picadura de esta medusa, de aproximadamente 15 centímetros de diámetro, no representa un peligro para los humanos, siendo totalmente inofensiva.

OTRAS ESPECIES DE MEDUSAS

El contacto con la medusa ‘huevo frito’ no causa daño ni urticaria, a diferencia de otras especies. Las autoridades recalcan que su presencia no es peligrosa y que no deben ser retiradas del agua, ya que están en su hábitat natural.

No ocurre lo mismo con otras medusas, como la carabela portuguesa (Physalia physalis), cuya picadura puede ser bastante dolorosa. En caso de ser picado por una de ellas, se debe retirar los restos de la medusa sin frotar y lavar la zona afectada con abundante agua salada. Posteriormente, se recomienda aplicar una mezcla de agua con bicarbonato, hielo seco a intervalos, y consultar a un médico si el dolor persiste.

TRATAMIENTO DE LA PICADURA

Las autoridades alertan sobre los riesgos de tratar incorrectamente una picadura de medusa con prácticas no recomendadas, como aplicar agua dulce, amoníaco, alcohol, frotar la zona afectada, usar vendajes a presión o vinagre. Estas acciones son erróneas y deben evitarse.

Según datos de los servicios de socorrismo, en Cataluña, el número de personas afectadas por picaduras de medusa durante el verano oscila entre 15.000 y 20.000, por lo que es crucial ser precavido en nuestras costas.