Tras cinco años en el poder, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha enfrentado a numerosos desafíos desde su investidura en junio de 2018. Sin embargo, en medio de las complicaciones políticas, otro aspecto ha tomado protagonismo: su imagen personal.

El madrileño, que asumió la presidencia tras la moción de censura contra Mariano Rajoy, ha tenido que liderar el país durante sucesos tan significativos como la pandemia del coronavirus. Aun así, en las redes sociales y medios internacionales, Sánchez ha sido tendencia no solo por su gestión política sino también por su apariencia física.

A sus 51 años, el presidente se ha ganado el título, según los usuarios de las redes sociales, como «El primer ministro más guapo del mundo». En Estados Unidos, los comentarios en las redes apuntan a comparaciones como «Se parece a Superman» y «Qué presidente tan sexy».

Dichos halagos han generado curiosidad sobre si el presidente ha recurrido a procedimientos estéticos para mejorar o mantener su apariencia.

Fuentes cercanas al mandatario han insinuado que Sánchez podría haber optado por tratamientos como el láser CO2 para tratar cicatrices de acné y conseguir una piel más suave y luminosa. Estos tratamientos, combinados con bótox, ácido hialurónico y vitaminas, podrían ser el secreto detrás de su tez radiante.

En cuanto a su cabello, aunque no se ha sometido a un injerto capilar, se rumorea que habría recurrido a la coloración con barros, una técnica 100% natural que, además de camuflar las canas, proporciona brillo y una hidratación adicional.