El acoso escolar sigue siendo uno de los asuntos más preocupantes en las aulas aragonesas. Los casos que se notifican tanto de acoso como de ideación suicida siguen creciendo, repercutiendo en más notificación de casos.

Pero el camino por recorrer aún es muy largo e implica a todos los agentes que interactúan con los menores, desde las familias, hasta los centros educativos y compañeros de aulas. Para poder responder con asertividad ante esta lacra, la formación y la información son fundamentales a la hora de poder reaccionar ante este tipo de situaciones.

LA LUCHA CONTRA EL ACOSO EN ARAGÓN

Según las cifras registradas en Aragón, solo en los dos primeros meses del curso 2023-2024, los casos de ideación suicida en los colegios e institutos de Aragón se habían disparado un 42%, notificando 135 casos hasta el mes de octubre. Por otro lado, los casos de acoso en las aulas también habían sufrido un incremento en los primeros meses, registrando 81 casos hasta la misma fecha del mes de octubre.

Actualmente se requieren tres aspectos para abrir un protocolo de acoso escolar en Aragón: desequilibrio de poder, reiteración en el tiempo e intencionalidad de hacer daño. 

En Aragón existen diversos recursos y servicios del Departamento de Educación, Cultura y Deporte en materia de asesoramiento y promoción de la convivencia positiva y lucha contra el acoso escolar para los centros escolares y para las familias, como el Teléfono de ayuda 24 horas contra el acoso escolar (900 100 456), un servicio gratuito atendido por psicólogos para notificar casos de acoso o ciberacoso.

Para los centros educativos está disponible el Equipo de Orientación Educativa en Convivencia Escolar, que atiende y orienta a todos los miembros de la comunidad educativa, además de un Protocolo de actuación inmediata ante posibles situaciones de acoso escolar. Aún con la existencia de este protocolo, la clave para acabar con esta problemática no reside en las medidas reactivas, sino en las preventivas.

Por ello el Gobierno de Aragón reaccionó en el primer trimestre del curso escolar 2023-2024 cuando la consejera de Educación, Claudia Pérez Forniés, planteó la creación de un nuevo protocolo de prevención específico para la etapa de primaria, debido a las alarmantes cifras.

La última etapa de primaria, que abarca los cursos de quinto y sexto, se presenta como el mejor momento para empezar a tratar estos temas con la finalidad de mitigar los posibles casos en la secundaria, que es cuando se concentran la mayor parte de las situaciones de acoso.

PREVENCIÓN EN EL ÁMBITO FAMILIAR

A pesar de que los menores están la mayor parte del día en los centros educativos, el papel de las familias sigue siendo determinante a la hora de detectar posibles situaciones de acoso. Para ello es necesario conocer las señales de alarma y cómo proceder si se detecta algún comportamiento anormal.

La ‘norma de las tres C’ (cambios, campanas y cuerpo), son una herramienta que puede ayudar a las familias a detectar si sus hijos son víctimas de acoso.

La primera de ella se refiere a los cambios de amistades, de rutinas o algún otro comportamiento nuevo llamativo. Campanas, se refiere a si se observa que el menor no va a clase o expresa el deseo de dejar de hacerlo. Cuerpo, si comienza a mostrar rasgos tristes o cambios físicos significativos en su peso.

Toda prevención es poca cuando se habla de la seguridad de los menores, por lo que la colaboración y comunicación de todas las partes puede ser vital para prevenir las consecuencias de esta lacra.