En un mundo cada vez más impulsado por la tecnología, el Colegio Nuestra Señora de la Merced ha apostado por dar grandes pasos en el ámbito de la tecnología aplicada a la salud y el bienestar. En los últimos años, el alumnado de secundaria de esta institución ha sobresalido gracias a una serie de proyectos tecnológicos que no solo han destacado en el entorno estudiantil, sino que también han tenido un impacto significativo en la comunidad.

Todo comenzó con una idea inspiradora: ¿Y si creamos un guante para asistir a personas afectadas por un ictus durante su rehabilitación? Esta idea, propuesta por una estudiante, fue el punto de partida para una serie de proyectos que han llevado a los estudiantes a explorar el potencial de la tecnología para mejorar la calidad de vida de las personas.

Con determinación y apoyo, el alumnado desarrolló este proyecto en colaboración con la Asociación Ictus de Aragón (AIDA), recibiendo orientación de fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales. A pesar de enfrentar desafíos, lograron construir un prototipo funcional que presentaron en el Hospital Clínico Universitario. Aunque los resultados iniciales fueron modestos, esta experiencia marcó el inicio de un camino de innovación que ha llevado al colegio a nuevas alturas.

OTROS PROYECTOS

Posteriormente, el colegio continuó impulsando proyectos como «Mimer el dragón profesor» y «la caja de las emociones» para apoyar a estudiantes con TEA, así como el «Welcome Pack» para Fatoumata, una aplicación de traducción Soninké-español y un brazo robótico, que les valió el Premio Profesor Retotech de Aragón el año pasado.

En un esfuerzo por expandir su impacto, el colegio estableció colaboraciones con Ayúdame 3D, adentrándose en la robotización de prótesis para personas con agenesia, una condición que las hace inadecuadas para prótesis mecánicas convencionales.

Además, como resultado de este trabajo colaborativo, se ha mejorado el diseño del guante para ictus original. La nueva versión, impresa en una sola pieza y con activación mecánica, promete ser más fácil de usar y colocar, lo que podría facilitar la rehabilitación domiciliaria y acelerar los tiempos de recuperación.

Lo más impresionante de todo este progreso es que es realizado por el alumnado de 3º y 4º de ESO como parte de su currículo regular, sin requerir tiempo adicional fuera del horario escolar. Esto no solo demuestra el talento y la dedicación de los estudiantes, sino también el compromiso del colegio con la innovación y el aprendizaje experiencial.