El Parque Grande José Antonio Labordeta es el pulmón verde de Zaragoza y una las principales señas de identidad de la ciudad. Pero de un tiempo a esta parte, este inmenso espacio verde había quedado en el abandono en lo relativo a sus espacios de hostelería que estaban anticuados, deteriorados y daban una imagen pobre de esta joya zaragozana. Ahora, tras la nueva adjudicación por parte del Ayuntamiento de Zaragoza mediante concurso público de los establecimientos de restauración, el parque se prepara para una revolución en su oferta gastronómica y cultural de la mano de Grupo Fuenclara. 

El grupo, de capital 100% aragonés y con actividad en el sector de la hostelería desde 1995, se ha hecho con el contrato de cinco de los seis quioscos que hay en el parque. El pasado 5 de mayo, con la apertura de un restaurante La Tagliatella se puso en marcha su proyecto de renovación de la hostelería y oferta gastronómica en este enclave de Zaragoza. El establecimiento está a la entrada del Parque Grande, en el paseo de Manuel Azaña, frente a la salida del mítico tren, donde antes había un bar formado por varias carpas blancas. 

El nuevo edificio se ha levantado con los tonos y los materiales que se adaptaban a las condiciones impuestas por el Ayuntamiento y cuenta con un gran ventanal para contemplar el espacio verde de su alrededor. Además del servicio de restaurante, cuenta con una terraza donde se puede desayunar, tomar el aperitivo y unos refrescos, como una forma complementaria al servicio ofrecido en el interior. 

ANTES Y DESPUÉS DEL ESPACIO DONDE SE HA ABIERTO LA TAGLIATELLA

Después de La Tagliatella, otro de los espacios que abrirá próximamente con una imagen renovada será el Cabezo Buenavista. Situado en la zona más alta del parque, detrás de la mítica estatua del Batallador, este establecimiento era famoso por su carne a la brasa o los calçots, en temporada. Ahora, Grupo Fuenclara va a mantener esa esencia, abriendo un espacio en el que la materia prima de calidad será elaborada a la brasa de carbón, en una fórmula de restaurante moderna y desenfadada. 

ANTES Y DESPUÉS DEL CABEZO BUENAVISTA

El espacio situado junto al río Huerva, donde está la zona de calistenia y un parque infantil con mucha demanda, es otro de los que se van a poner en marcha con un nuevo aire. Muchos lo recordarán por su llamativo aspecto, rojo y en forma circular. Tras la reforma, no solo va a cambiar su imagen, sino también su oferta de productos, dirigida ahora a tomar el clásico aperitivo y vermú. 

ANTES Y DESPUÉS DEL ESPACIO JUNTO AL RÍO HUERVA

La Rosaleda, situado junto al jardín del mismo nombre del Parque Grande, también se va a reformar y centrará su oferta gastronómica en zumos, batidos, helados, sándwiches y crepes, entre otros productos de ese estilo. Hasta la nueva concesión, la imagen de este quiosco estaba un tanto deteriorada, con una estructura antigua en colores verde y rojo y un amplio espacio de mesas en el exterior, en una zona de tierra. 

ANTES Y DESPUÉS DEL ESPACIO JUNTO A LA ROSALEDA

Por último, Grupo Fuenclara se encargará de la explotación de Flandes y Fabiola, un antiguo quiosco con toldos verdes junto a un edificio lleno de grafitis. Con la nueva concesión, éste se convertirá en un espacio de cocina mediterránea multidisciplinar con un amplio jardín. Se sitúa junto a las escaleras del batallador, a la izquierda, pegado al paseo Renovales. 

ANTES Y DESPUÉS DEL ESPACIO FLANDES Y FABIOLA

Todo ello supone una inversión de más de cinco millones de euros para transformar por completo los espacios destinados a hostelería dentro del Parque Grande, habiéndose orientado todos los proyectos para lograr el máximo desarrollo sostenible sobre tres pilares: eficiencia energética, sostenibilidad y uso de energías renovables y materiales reciclados. 

Con la reciente y exitosa apertura de La Tagliatella, Grupo Fuenclara da el pistoletazo de salida a un ambicioso plan que, según indican, «ayudará a mejorar la oferta gastronómica en un lugar tan excepcional y simbólico para todos los zaragozanos como es el Parque Grande”. Además, añaden que con este proyecto esperan contribuir al desarrollo económico y turístico de Zaragoza.  

Gracias a esta renovación de los quioscos y a las diversas actividades culturales y ocio que se están organizando en el Parque Grande se contribuye a que este espectacular espacio de esparcimiento, que había caído en el vandalismo, los grafitis y la suciedad, vuelva a coger impulso para compararse a recintos de fama mundial como el parque de El Retiro de Madrid y se sitúe en el lugar que merece.