A menos de 30 kilómetros de la frontera española se encuentra Collioure, un pintoresco pueblo situado en la Costa Bermeja. Este rincón idílico combina historia, arte y belleza natural, convirtiéndose en el destino perfecto para una escapada inolvidable.

COLLIOURE: UN PUERTO DE COLORES Y VIDA

Al llegar a Collioure, lo primero que llama la atención es su puerto vibrante, rodeado de casas de colores que parecen salidas de un cuadro. Este puerto, lleno de vida, es un punto de encuentro tanto para los locales como para los turistas. La historia se respira en cada esquina, especialmente en el Castillo Real, una fortaleza medieval con un pasado único.

LA LUZ QUE INSPIRÓ EL FAUVISMO

Collioure tiene una estrecha relación con el arte, gracias a su luz especial que inspiró a Henri Matisse y a André Derain a iniciar el fauvismo, una corriente artística revolucionaria. Matisse, cautivado por la luminosidad del lugar, recuperó aquí su inspiración, creando obras emblemáticas como «La ventana abierta» y «Paisaje en Collioure».

RECUERDOS DE ANTONIO MACHADO

El camino de Antonio Machado, uno de los poetas más destacados de la literatura española, también pasa por Collioure. Machado llegó al pueblo junto a otros exiliados españoles durante la Guerra Civil. Su tumba, situada en el cementerio local, es hoy un lugar de peregrinación, adornada con flores, banderas y escritos que recuerdan su legado.

Para recordar por todo lo que pasó Machado junto a su familia y muchos españoles más, es imprescindible la visita a la exposición “1939, el exilio de los republicanos españoles”, que acoge el Castillo Real de la ciudad y que reúne tanto objetos personales de muchas de las personas que por allí pasaron como documentos y recortes de prensa de la época.

EL CASTILLO REAL: TESTIGO DE LA HISTORIA

El Castillo Real de Collioure es una de las joyas del lugar. Perteneció durante siglos a los reyes de Mallorca y posteriormente al Reino de Aragón, siendo reforzado por los Reyes Católicos para defenderse de las tropas francesas. Su Patio de Armas y otras partes ampliadas cuentan historias de batallas y viajes reales. Hoy, el castillo alberga la exposición “1939, el exilio de los republicanos españoles”, que ofrece una mirada conmovedora a este capítulo oscuro de la historia.

COLLIOURE: UN PUEBLO COLORIDO Y PINTORESCO

El color es un elemento esencial de Collioure. Las casas de los marineros, pintadas con los restos de pintura de los barcos, ofrecen un espectáculo visual único. Pasear por sus calles es descubrir talleres de artistas, pequeñas tiendas encantadoras y la belleza de una tradición mantenida viva durante siglos. Además, hay una norma no escrita que se sigue a rajatabla: nadie puede pintar su fachada de blanco. Y esto es así tanto en las casas que se ven desde la playa como las de su interior, por donde es una delicia pasear para asombrarse con su belleza e ir descubriendo pequeños talleres de artistas y artesanos o tiendas llenas de encanto.

EL REFUGIO DE LOS ARTISTAS

Collioure ha sido refugio e inspiración para muchos artistas. Nombres como Picasso, Derain, Dufy, Chagall, Matisse y Marquet quedaron prendados de la belleza del lugar y de su luz incomparable. Un recorrido marcado por quince puntos permite ver reproducciones de sus obras junto a los escenarios que los inspiraron.

HOSPEDAJE Y GASTRONOMÍA

Para completar la experiencia en Collioure, el Hotel Les Roches Brunes ofrece una estancia maravillosa con habitaciones decoradas exquisitamente y vistas impresionantes. La gastronomía también tiene su lugar destacado en La Balette, donde el chef Laurent Lemal sorprende con un menú que combina perfectamente con las vistas al mar.

EXPLORA LOS ALREDEDORES DE COLLIOURE

Más allá del encanto de Collioure, la Costa Bermeja ofrece muchas otras maravillas. Los visitantes pueden explorar la cercana ciudad de Perpiñán, con su rica historia y arquitectura gótica. Las playas de arena fina y las calas escondidas a lo largo de la costa también son ideales para quienes buscan un poco de sol y mar.

Collioure no es solo un destino turístico; es un viaje a través del tiempo, el arte y la naturaleza. Cada rincón de este pueblo encantador tiene una historia que contar y una belleza que admirar, convirtiéndolo en un tesoro oculto de Europa y en un lugar que todos deberían visitar al menos una vez en la vida. Con su combinación de casas coloridas, historia rica y una vibrante escena artística, Collioure se erige como un destino imprescindible en la Costa Bermeja.