En el corazón del Parque Natural de la Sierra de Espadán, en La Vall d’Uixó, se esconde un enigma subterráneo: las Cuevas de San José. Con sus yacimientos arqueológicos que datan de hace unos 15.000 años, estas cuevas, declaradas Bien de Interés Cultural y Patrimonio Mundial de la UNESCO, son un tesoro histórico y natural.

El río subterráneo que serpentea por las profundidades de estas cuevas ha desconcertado a exploradores durante siglos, con solo una pequeña porción de sus casi tres kilómetros de extensión accesible en barca. Aunque las expediciones han revelado parte de su misterio, su origen y destino continúan siendo un enigma.

Desde los primeros asentamientos humanos hasta las exploraciones modernas, las Cuevas de San José han fascinado a generaciones. Visitantes pueden embarcarse en una experiencia única, explorando sus galerías y sumergiéndose en la historia que yace bajo tierra.

LAS CUEVAS DE SAN JOSÉ

Los vestigios arqueológicos encontrados en la entrada de las cuevas ofrecen una ventana al pasado, remontándose al Paleolítico Superior, cuando nuestros antepasados ya conocían este lugar. Durante la época íbera y romana, la cueva fue un lugar de interés, como lo atestigua una lápida dedicada a Caio Cneo Craso, hijo del cónsul romano Marco Licinio Craso.

La exploración moderna comenzó a principios del siglo XX, con intentos de grupos de espeleólogos por adentrarse en lo desconocido. Sin embargo, fue en 1954 cuando el Centro de Excursionistas de Valencia realizó la primera exploración significativa, ampliando el conocimiento sobre las cuevas. Desde entonces, diversos grupos de espeleólogos y buceadores han continuado descubriendo nuevas galerías y pasadizos, ampliando el alcance de este intrigante laberinto subterráneo.

EL ENIGMA DEL RÍO SUBTERRÁNEO

El río San José, que fluye misteriosamente a través de las Cuevas de San José, es el río subterráneo más largo de Europa. Con aproximadamente tres kilómetros de longitud, solo una pequeña fracción de su recorrido es accesible para los visitantes. El origen y la fuente de este río continúan siendo un misterio, desafiando la comprensión humana y alimentando la imaginación de quienes se aventuran en su oscuridad.

La geología de las cuevas agrega otro nivel de fascinación a esta maravilla natural. Formadas en calizas durante el período del Triásico medio hace unos 250 millones de años, estas cuevas son testimonio del poder erosivo del agua a lo largo de milenios. Sin embargo, la historia completa de su formación y evolución sigue siendo un rompecabezas sin resolver.

VISITAS A LAS CUEVAS DE SAN JOSÉ

Las Cuevas de San José ofrecen una experiencia inolvidable para los visitantes, ya sea a través de un tranquilo paseo en barca guiado por un experto o mediante la emoción de remar en kayak por sus aguas subterráneas. El recorrido, que abarca unos 800 metros navegables y otros 250 metros de caminata por una galería seca, revela solo una fracción de la vastedad de estas cuevas.

Los puntos destacados del recorrido incluyen la Sala de los Murciélagos, el Lago Diana y el Paseo de los Enamorados, cada uno con su propia historia y belleza única. Se recomienda a los visitantes consultar los horarios de visita según la temporada, ya que las cuevas pueden estar sujetas a restricciones temporales.

Las Cuevas de San José son mucho más que un destino turístico: son un portal a la historia y la naturaleza que han fascinado a la humanidad durante milenios. Con su río subterráneo enigmático, sus galerías misteriosas y su rica historia, estas cuevas ofrecen una experiencia única que perdura en la memoria de quienes se aventuran en sus profundidades.