Oloron-Sainte-Marie, una pintoresca ciudad en el suroeste de Francia, alberga un tesoro arquitectónico y cultural en la forma de la Catedral de Santa María de Olorón. Su historia se remonta a su fundación en 1102 por el visionario Gastón IV el Cruzado, vizconde de Bearne. Esta majestuosa catedral, una fusión de estilos arquitectónicos góticos y románicos, se levanta con una impresionante torre campanario, dos torres cuadradas y capillas radiales.

Dentro de sus muros, los visitantes se encuentran con una verdadera maravilla artística. El tímpano del Descenso de la cruz, esculpido por el talentoso ‘Maestro de Santa María’, es solo un ejemplo de las numerosas obras maestras que adornan la catedral. Las arquivoltas, incluyendo los 24 ancianos del apocalipsis y escenas de la vida terrestre, son una exhibición de arte excepcional, con figuras llenas de fuerza y ​​vitalidad.

La Catedral de Santa María de Olorón ha sido reconocida como Monumento Histórico de Francia desde 1939 y es un componente destacado de los Caminos de Santiago en Francia, inscrita como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998.

Pero Oloron-Sainte-Marie ofrece mucho más que su catedral. Los amantes del vino pueden explorar las laderas de DOC Jurançon y degustar vinos de alta calidad, mientras que los entusiastas de la gastronomía disfrutarán de platos tradicionales y quesos deliciosos. Además, la Casa de los maestros chocolateros Lindt y Sprüngli invita a los visitantes a un viaje al mundo del chocolate, desde su producción hasta su degustación.

La región también cuenta con una belleza natural impresionante, con valles verdes, ríos sinuosos y majestuosas montañas. Puedes explorar estos paisajes idílicos a través de senderos naturales y disfrutar de la serenidad que ofrece la naturaleza.