Pedraza, un pequeño y encantador pueblo medieval situado en la provincia de Segovia, Castilla y León, se alza como un testimonio viviente de la historia y la arquitectura tradicional española. Con su rica herencia cultural, calles empedradas y un ambiente que transporta a los visitantes a épocas pasadas, Pedraza es un destino imprescindible para los amantes de la historia y la belleza rural.

UN PASEO POR LA HISTORIA

Pedraza ha mantenido su encanto y estructura medieval casi intactos a lo largo de los siglos. Este pintoresco pueblo, con una población que apenas supera los 400 habitantes, ha sido declarado Conjunto Histórico-Artístico, lo que garantiza la conservación de su patrimonio. Sus orígenes se remontan a la época romana, aunque alcanzó su esplendor durante la Edad Media, especialmente entre los siglos XII y XVI.

El punto de entrada a Pedraza es su impresionante Puerta de la Villa, una robusta estructura de piedra que data del siglo XI. Al cruzar este umbral, los visitantes son recibidos por un laberinto de calles empedradas, fachadas de piedra y balcones de hierro forjado que cuentan historias de tiempos pasados.

JOYAS ARQUITECTONICAS EN PEDRAZA

El Castillo de Pedraza, una fortaleza del siglo XIII, es uno de los monumentos más destacados. Esta imponente estructura, que pertenece a la familia noble de los Fernández de Velasco, ofrece vistas panorámicas espectaculares de los alrededores y alberga en su interior el Museo Ignacio Zuloaga, dedicado al famoso pintor español que residió en el castillo durante el siglo XX.

La Plaza Mayor, con su encanto rústico y rodeada de edificios de piedra, es el corazón del pueblo. Este espacio ha sido el escenario de ferias, mercados y celebraciones a lo largo de los siglos. En la plaza se encuentra la Iglesia de San Juan Bautista, una construcción romántica que, con su campanario y su sobria belleza, domina el paisaje urbano.

UNA EXPERIENCIA ÚNICA: LA NOCHE DE LAS VELAS

Una de las festividades más emblemáticas de Pedraza es La Noche de las Velas, que se celebra anualmente el primer y segundo sábado de julio. Durante esta mágica noche, las luces eléctricas se apagan y el pueblo entero se ilumina con millas de velas, creando un ambiente de ensueño. Las calles, plazas y edificios se bañan en una luz cálida y parpadeante, mientras músicos y artistas ofrecen actuaciones que llenan de vida y arte cada rincón del pueblo.

GASTRONOMÍA Y TRADICIONES

La gastronomía de Pedraza es otro de sus grandes atractivos. La oferta culinaria del pueblo destaca por sus platos tradicionales como el cordero asado en horno de leña, el cochinillo y los embutidos de la región. Los restaurantes, muchos de ellos ubicados en casonas antiguas, ofrecen una experiencia gastronómica que combina sabores auténticos con un entorno histórico incomparable.

NATURALEZA Y ENTORNO

Pedraza no solo ofrece una inmersión en la historia, sino también un entorno natural espectacular. Rodeado de sierras y bosques, es un punto de partida ideal para realizar senderismo y explorar la naturaleza de Castilla y León. Los alrededores de Pedraza están salpicados de rutas que llevan a miradores con vistas impresionantes, pequeños arroyos y paisajes que varían con las estaciones, ofreciendo un espectáculo visual continuo.

ARTESANÍA LOCAL

El artesanado es una parte integral de la cultura de Pedraza. Pasear por sus calles es encontrarse con talleres y tiendas que venden productos hechos a mano, desde cerámicas y textiles hasta productos alimenticios locales como quesos y miel. Estos productos no solo son recuerdos perfectos, sino que también reflejan la dedicación de los artesanos locales a mantener vivas las tradiciones de la región.

UN REFUGIO DE PAZ Y BELLEZA

Visitar Pedraza es hacer un viaje en el tiempo. Este pequeño pueblo no solo ofrece una rica herencia histórica y cultural, sino también un refugio de paz y tranquilidad. Lejos del bullicio de las grandes ciudades, Pedraza permite a los visitantes desconectarse y sumergirse en un entorno que parece detenido en el tiempo.