Hablar del Valle de Pineta es hablar de praderas, de altas cimas, de nieves eternas, de cascadas que surgen en cualquier muro rocoso, de noches de tormenta con truenos que hacen retumbar el valle entero…

Pineta es uno de los entornos naturales más impresionantes de los Pirineos, y es ideal para quienes quieren disfrutar de vistas con un simple paseo por el fondo del valle, o de los amantes del senderismo y de las rutas de alta montaña. No en vano, es uno de los cuatro valles que integran el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.

El valle, con forma de circo glacial, está dominado por el agua. Ya sea con las nieves del invierno, o de los neveros que resisten a los rigores del verano, y por los ríos y las cascadas que aparecen en cualquier rincón dando vida a los muros rocosos que ascienden hasta donde alcanza la vista, con cimas de al menos 2.000 metros de altitud. Esas alturas se sobrepasan con creces en el fondo del valle, donde hay varios tres miles, con moles como Monte Perdido, Marboré o Tuca Roya.

Para acceder al valle hay que hacerlo desde Bielsa por la carretera A-138 que sube desde Barbastro. Desde Bielsa, y tras desviarnos a la izquierda de la carretera que lleva al túnel que comunica con Francia, nos dejaremos llevar por una pequeña y estrecha carretera que recorre Pineta de forma paralela al río Cinca hasta llegar al fondo del valle, donde se sitúa el Parador Nacional de Pineta.

La ermita de Nuestra Señora de Pineta es punto de partida de varias excursiones / Turismo de Aragón

LAS MEJORES RUTAS DEL VALLE DE PINETA

Una vez en el valle, son múltiples los puntos de atención que llamarán tu atención por su espectacularidad. El principal, sin duda, es el circo de Pineta. Situado al fondo del valle, esta formación geológica de origen glaciar es el lugar de nacimiento del río Cinca.

En el fondo del valle está la que quizás sea la ruta más popular del valle, los Llanos y cascadas de Lalarri. El itinerario comienza junto al Parador Nacional, y tras un recorrido bastante asequible de una hora y media, se alcanzan las praderas de los Llanos. También allí, a poco más de 1 kilómetro del Parador Nacional, y con fácil acceso, está la Cascada del Cinca.

Para los que buscan caminatas más extensa, hay múltiples opciones, como el ascenso al Balcón de Pineta, una ruta de unas cinco horas que parte desde la ermita de Nuestra Señora de Pineta y que permite disfrutar de unas vistas únicas de esta zona de los Pirineos.

El ibón de Marboré es otra propuesta perfecta para disfrutar de una excursión por la zona. Este pequeño lago de montaña está situado encima del circo de Pineta, a 2.800 metros de altitud. Y está congelado buena parte del año. Otro punto imprescindible es la cascada Escuaín, una caída de agua a la que se llega mediante un sendero empinado rodeado de frondosos bosques.